HMS Amethyst.Con respecto a la anterior entrada de MISTERIO ANIMAL, a varias personas os ha llamado la atención la parte de la historia que hacía referencia a la medalla Dickin.

Por eso os comentaré algo más sobre ese tema, relatando el caso del único gato que hasta ahora ha recibido la mencionada condecoración.

Los hechos que le hicieron merecedor de la distinción comenzaron a mediados del año 1948 e involucraron a la tripulación de un navío de guerra británico, la fragata HMS Amethyst.

En aquella época, este barco estaba en misión por los mares del sudeste asiático y todo comenzó con una escala que realizó en el puerto de Hong Kong.

Simon.Fue entonces, cuando en una de las subidas y bajadas hacia tierra, un marinero de la tripulación llamado George Hickinbottom, reparó en un gato blanco y negro que andaba vagabundeando por el puerto.

Amante de los animales, el joven le dio unas migajas de un bocadillo que llevaba y el pobre minino se abalanzó sobre ellas, tras acariciarle un poco, el marinero se dispuso a regresar al barco, pero el gato se quedó llamándole con un lastimero maullido.

Ante eso y sintiendo lástima por el felino, George tomó una rápida decisión. Abrió su mochila e introdujo al gato en ella, sin que el gato opusiera ninguna resistencia, como si supiera que con ese hombre su suerte iba a mejorar.

Así, saltándose la prohibición para tener animales en el navío, George se arriesgó y subió a bordo al gato con la intención de ocultarlo en alguna estancia discreta a ver si pasaba desapercibido el resto de la travesía.

Pero lógicamente aquello no pasó. Sin embargo, aquellos hombres encontraron en el animal un motivo de alegría y ánimo, por lo que lejos de aplicar las estrictas reglas, todos a una, incluyendo el capitán del buque, decidieron ignorarlas por una vez y adoptar en grupo al minino permitiendo que se quedara.

Simon relajado.Pronto campaba por el barco a sus anchas llegando a dormir incluso en el camarote del propio capitán. Pero el animal no iba a desaprovechar la oportunidad de demostrar a sus amigos humanos su agradecimiento por rescatarle.

Por entonces, las condiciones higiénicas y de asepsia no eran como hoy en día y eso hacía que las bodegas, donde iba la imprescindible carga de alimentos para la tripulación, eran también en realidad, el hábitat de una no poca numerosa colonia de ratas.

Que pronto encontraron en “Simon”, como bautizaron al minino, un colosal adversario. En efecto, el gato demostró de inmediato una especial habilidad como cazador de ratas, logrando mantener en todo momento a raya su expansión y ayudando decisivamente así a que los suministros de sus amigos humanos aguantasen mejor y más tiempo.

Además el gato siempre parecía darse cuenta cuando alguien de la tripulación estaba en algún período de más tensión o abatimiento por la misión, acercándose a él y ofreciéndole su cariño, carantoñas y consuelo.

Por todo ello, a su vez el respeto y consideración de todos los marineros hacia el gato era máximo. Hasta le consideraban ya como el más importante amuleto para la buena suerte que pudieran tener y una parte imprescindible de la tripulación.

La tripulación con Simon.De hecho, más avanzada su misión unos meses después, el buque afrontó un relevo en el mando, llegando un nuevo capitán con su oficialidad, pero informados de la presencia de Simon y lo importante que era para la marinería, los nuevo mandos decidieron continuar con la situación como estaba y aceptaron de igual forma al gato como uno más.

Mientras tanto el animal siguió velando por los humanos manteniendo en todo momento a raya a los roedores y proporcionando alegría a los curtidos marineros.

Sin embargo, el 20 de abril de 1949, la fragata se convirtió en protagonista de lo que sería conocido posteriormente como “El incidente del Yangtsé”, un episodio de la guerra fría que incluso pudo haber sido el inicio de hostilidades todavía más serias entre China y el Reino Unido.

Esa mañana, el Amethyst iba a relevar a otro buque, el HMS Consort, que estaba fondeado en el río Yangtsé, en territorio chino, como protección de la cercana embajada británica.

En esas fechas la guerra civil china estaba en su apogeo y al llegar a Jiangyn, el navío de guerra fue atacado por baterías del Ejército de Liberación Popular (el bando comunista). En un primer momento pensaron que habían caído en medio de fuego cruzado, pero pronto repararon en que el objetivo eran ellos.

Al menos recibieron diez impactos, no todos dieron en el banco, pero sí algunos, que causaron graves daños y bajas en el puente y la sala de máquinas, hasta el punto de que acabaron haciendo encallar al navío cerca de la orilla.

Con las baterías que tenían intactas todavía, comenzaron a repeler el fuego, habiendo un par de minutos de fuego en ambas direcciones. Entonces con la idea de parar también el fuego enemigo, el capitán dio la orden de cesar el fuego. Pero sin embargo, los chinos lejos de detenerse aumentaron la intensidad de los disparos añadiendo incluso artillería de más calibre.

Simon convaleciente.Finalmente el capitán Weston tuvo que dar la orden de evacuar el buque, tras haber recibido unos treinta impactos y haber sufrido más de una veintena de bajas y una treintena de heridos, entre ellos Simon, entre su tripulación.

El gato de hecho tuvo que ser tratado de urgencia y tuvo que ser operado un par de veces, llegando a serle extraídas cuatro piezas de metralla, que hicieron temer por su vida, pero el animal consiguió superar las operaciones.

Al final el barco quedó en custodia del ELP, aunque mientras se intentaban arduas negociaciones para su devolución, la noche del 30 de julio de 1949, unos marineros en una audaz maniobra, lograron poner en marcha el barco, que entretanto había sido reparado en parte, y fugarse del puerto bajo control del ELP donde les tenían retenidos.

Simon el gato.Finalmente el Amethyst, tras un periplo lleno de vicisitudes, volvió a llegar a Hong Kong el 11 de agosto, siendo todos recibidos como auténticos héroes, incluido por supuesto el bueno de Simon, que se convirtió en una celebridad en todo el Reino Unido y que a pesar de su convalecencia, durante el trayecto había seguido cazando ratas y apoyando a la tripulación con mayor ahínco si cabe, como si supiera que en esos difíciles momentos su ayuda era más importante que nunca.

Por entonces recibió el nombramiento honorífico por parte de la Royal Navy como “Able Seacat”, algo equivalente a hacerle oficial minino. Además desde el Ministerio de Defensa, se decidió hacer extensiva a Simon la “Cruz Azul” otorgada en conjunto por su valentía a la tripulación del Amethyst.

El gato apareció en todos los periódicos y noticieros radiofónicos británicos y fue entonces cuando los responsables decidieron concederle adicionalmente la famosa medalla Dickin, por los valiosos servicios prestados a la Royal Navy, convirtiéndose así en el primer y hasta ahora único gato en recibirla.

En cada escala que el barco efectuaba, la gente se agolpaba esperando poder ver a Simon o incluso fotografiarse con él. Finalmente, el buque arribaría a tierras inglesas, atracando en el puerto de Plymouth. Entonces, como medida de cuarentena, Simon fue enviado a un centro especializado en Surrey para continuar su recuperación.

Tumba Simon y flores.Tumba Simon y niños.Lamentablemente, estando allí contrajo una infección vírica que, al no estar todavía al cien por cien recuperado, no tuvo fuerzas para superar, muriendo el 28 de noviembre de 1949, entre el desconsuelo generalizado de la población.

Unos días después fue enterrado en el cementerio de animales de Ilford, en Essex, cerca de Londres. Cientos de personas acudieron al sepelio y un pelotón de soldados le rindió honores militares. En la actualidad, Simon sigue siendo recordado y su tumba todavía es visitada hoy en día.Simon y amigo.

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