El avance tecnológico global de los últimos años y la popularización de todo tipo de dispositivos electrónicos, en este caso de seguridad, ha hecho que se hayan incrementado las situaciones en las que fenómenos que en otras circunstancias hubieran quedado ocultos hayan salido a la luz.

Es el caso de la siguiente historia en la que una cámara de seguridad sirvió de testigo de un suceso discreto y rápido, a la vez que desconcertante, ocurrido al amparo de la solitaria noche y que quizá estaba en realidad destinado a ocurrir sin ser advertido por nadie.

Son unos pocos segundos filmados que verdaderamente resultan muy extraños y fueron lanzados a la red hace un par de años.

Fue una cámara de vigilancia ubicada en una propiedad residencial la que obtuvo la secuencia. No está muy clara su ubicación exacta, aunque parece que se trata de una casa de una urbanización de las afueras de una ciudad mexicana indeterminada.

El vídeo llegó a manos de los investigadores igualmente mexicanos del blog y canal “Adimensional”, que lo acabaron montando en una pequeña presentación en su canal de Youtube, desde donde fue conocido.

Ciertamente lo que allí se puede visualizar resulta bastante extraño. Tras las carátulas y textos insertados por la gente de Adimensional, pasamos a ver los segundos de la grabación.

Son imágenes tomadas por cámara nocturna de infrarrojos en la que se puede ver la verja exterior de la propiedad. Es precisamente allí dónde hay que fijar nuestra atención.

En el segundo 33, comienzan esas imágenes y a partir del segundo 40 veremos cómo desde la derecha y avanzando hacia la izquierda paralelos a la verja, aparecen una serie de extrañas formas a la carrera, que dan la impresión de perseguir o, al contrario, huir de algo.

El fenómeno termina abruptamente en el segundo 45 para volver a una vista en la que nada sucede. Posteriormente, en el segundo 51, los investigadores de Adimensional han insertado una repetición de la escena.

Si comenzamos a detenernos un poco en lo que podemos vislumbrar, desde luego la filmación resulta chocante y esos 5 segundos se antojan plenos de misterio.

Al principio las dos o tres primeras figuras que aparecen dan la impresión hasta de ser bípedas, pero luego, junto con las demás, toman aspecto como de cuadrúpedos y más en concreto quizás de cánidos, cosa que cuadraría más con su aparente velocidad.

Tampoco se llega a vislumbrar con claridad el número de individuos que pasan en una perfecta fila india, pareciendo que rozan la decena.

Siguiendo con las observaciones extrañas, daría la impresión de que las dos primeras figuras salen directamente de detrás del árbol y no del límite del cuadro de imagen a la derecha, como un instante después sí aparecen el resto.

También parece que, finalizada la verja, el grupo comenzara a desvanecerse en la noche sin que se les vea perderse en la distancia. Eso coincide curiosamente con la llegada de un automóvil, cuyas luces se pueden observar en la parte superior de la imagen.

Pero desde luego lo más extraño de todo es la manera en que las últimas figuras parecen transmutarse en una forma líquida al llegar al extremo de la verja, creando una especie de charco que salta de hecho al otro lado.

Son en conjunto apenas 5 segundos pero que nos hacen frotarnos los ojos. Cuando el vídeo salió a luz originalmente, hubo una mayoría de análisis que lo tomaron por un montaje, no por parte de la gente de Adimensional que se limitó a recogerlo sino de la fuente original.

Aunque tampoco se pudo ver claramente que las imágenes hubieran sido alteradas interesadamente, la desconfianza hizo que el vídeo no fuera de esos que se convierten en top durante años.

También podría haber sido que ante unas imágenes tan difícilmente clasificables como las que podemos ver en esos pocos segundos, se prefiriera optar por la solución fácil y mirar para otro lado haciendo como que no ha pasado, cosa que tampoco es tan inhabitual cuando se trata de fenómenos de este tipo.

En cualquier caso, el poso de duda quedó ahí y lo que hemos acabado teniendo es otra más de esas filmaciones que no deberían ser y que ni sus defensores ni sus detractores han conseguido llevarse definitivamente a su campo.

Como anécdota adicional diré que, al menos en lo que yo sé, esa cámara no ha vuelto a captar ninguna imagen que pudiéramos definir como paranormal desde aquella noche.

Y como no podía ser de otra forma, después de contaros la historia os ofrezco aquí el vídeo en cuestión para que saquéis vuestras propias conclusiones.

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