Recientemente está siendo muy comentada en redes sociales una noticia que ha sorprendido a muchos, aunque lo que revela era conocido por las gentes de aquel lugar.

Lo que pasa es que en general, el gran público no tenía hasta el momento mucha idea de ello, de ahí el revuelo causado.

Estoy hablando de una ubicación concreta o más bien de lo que allí se puede ver, dentro del asiático y turístico país de Tailandia.

Una vez allí, debemos desplazarnos a la provincia de Bueng Kan de unos 4.300 kilómetros cuadrados y con una bella orografía que permite disfrutar de montañas, bosques y bonitos paisajes que son atravesados por el río Mekong, que a su vez produce algunos rincones con cascadas dignas de ver.

Dentro de la provincia, tendremos que desplazarnos a uno de sus ocho distritos, concretamente el llamado Bueng Khong Long.

Y tranquilos que ya llegamos, pues en esta zona y dentro del Phu Langka National Park, se halla el accidente geográfico causante de la expectación. Para las gentes del lugar no era tampoco algo absolutamente desconocido, pues hablamos de una cueva: La cueva de Naka.

Hay que decir no obstante que dada su ubicación en lo profundo de la selva, su descubrimiento y catalogación es bastante reciente, pues se produjo hacia mayo del pasado año. Desde entonces se ha procurado ir convirtiéndola por sí misma en otro punto de atracción turística, aunque las circunstancias mundiales actuales por todos conocidas no han permitido avanzar mucho en ese aspecto.

La cueva tiene una longitud estimada en profundidad de unos dos kilómetros, de los que los turistas visitan el inicio, sin que todavía se hayan montado grandes expediciones para descubrir todos sus secretos.

Aunque al menos uno de ellos ha salido a la luz, pues es este paraje natural el que de repente ha adquirido una notable relevancia desde que hace menos de un mes un usuario de Facebook llamado Ord Tahanawanij, posteo en su muro una curiosa fotografía obtenida en aquel lugar.

Lo que llamó la atención de inmediato a todo el mundo no fue la cueva en sí misma sino algo que al parecer “habita” allí, porque lo que en esa imagen podía verse, daba toda la impresión de ser algo realmente parecido a cómo podría ser una serpiente gigante fosilizada.

En efecto, tal parece que nos encontraríamos ante los restos convertidos en piedra de una realmente enorme serpiente constrictora de una ignota época. Puede vislumbrarse con nitidez lo que sería su cabeza y también parte del cuerpo enroscado alrededor de la pared de roca, siendo claramente visibles lo que podríamos considerar sus escamas.

Viendo la fotografía se comprende que se viralizara rápidamente y se multiplicaran las consultas sobre el supuesto ser y su entorno, con la gente ávida de una mayor información sobre lo que podría ser un gran descubrimiento paleontológico.

Se da la circunstancia además de que en la zona se cuenta desde tiempos inmemoriales una leyenda que habla de la existencia de un ser que podría encajar con esa supuesta serpiente.

Al parecer existía en el pasado una pujante ciudad llamada Rattapa Nakhon, gobernada por un noble señor llamado Ue-Lue, que tenía un hijo llamado Fahoong.

Era este último un  hombre inteligente y bastante apuesto que no encontraba su media naranja, hasta que un buen día y de casualidad fue a topar en medio de la jungla con una bellísima joven.

Entabló conversación con ella y supo que su nombre era Nakkarintrani. El príncipe quedó prendado de ella de inmediato e iniciaron una relación de amistad con frecuentes encuentros discretos, hasta que el joven dio un paso adelante y le pidió que se casara con él y se mudaran juntos a palacio.

Ella también quería al hombre, pero desgraciadamente tenía un secreto que no le había contado y es que no era humana, sino que en realidad Nakkarintrani era una serpiente o naka, que se había transformado en humana para poder hablar con el príncipe.

No obstante, acabaron prometiéndose. Cuando la joven le comunicó el hecho a su padre, el señor de Naka, gobernante del reino de Nakarat, no pudo evitar su desaprobación puesto que nunca había existido una relación que llegara a buen término entre humanos y serpientes, pero comprobó que la fuerza del amor impulsaba a su hija y no la podía detener.

Finalmente la boda se celebró por todo lo alto entre grandes festejos que duraron siete días. La feliz pareja comenzó su vida en común pero tampoco pudieron disfrutar mucho de ella.

A los tres años de casados, el pueblo de Rattapa Nakhon estaba muy extrañado de que no hubiera ya un nuevo heredero al trono, lo que hizo que poco a poco empezaran a estimar menos a la princesa. Esto provocó que ella sufriera y cayera enferma. Un día, sintiéndose mal, no pudo evitar transformarse en serpiente de nuevo en sus aposentos.

Quiso el destino que en ese preciso momento entrara un sirviente con medicinas, sin que Nakkarintrani pudiera evitar que la viera en su auténtico estado, lo que hizo que el hombre gritara asustado y huyera como alma que lleva el diablo.

En poco tiempo todos supieron lo que había ocurrido y quién era la princesa, cosa que los señores habían ocultado al pueblo, de forma que el rechazo hacia ella fue generalizado.

Ante el cariz de la situación, el propio señor Ue-Lue tuvo que tomar una decisión y mandó expulsar del reino a su nuera, enviando una misiva a su padre, el señor de Naka, para que viniera a llevársela.

Este último montó en cólera y llegó efectivamente para marchar después con su hija, no sin antes advertir a Ue-Lue que volvería con sus guerreros para destruir la ciudad por haber ofendido y rechazado a la princesa.

Unas pocas jornadas después el señor de Naka cumplió su amenaza y volvió con sus ejércitos destruyendo y arrasando por completo la ciudad de Rattapa Nakhon, que quedó sepultada bajo lo que hoy es el lago Khong Long.

En cuanto a Ue-Lue, le maldijo de forma que quedó convertido en una gran serpiente pétrea que no podría cambiar hasta que la ciudad resurja de nuevo sobre la aguas del lago.

Es precisamente con ese señor maldito convertido en serpiente con el que se ha querido identificar a la gigantesca estructura de la cueva.

Por supuesto, las primeras explicaciones científicas oficiales hablan más bien de simples plegamientos rocosos curiosos, pero están previstos estudios y trabajos de conservación adicionales según las circunstancias lo permitan, sobre todo ahora que el misterio en cuestión ha acaparado ese súbito interés.

Lo que no se puede negar es el curioso efecto visual que produce la piedra así como su parecido con un gran reptil serpenteante.

Etiquetas:

Categorías: LeyendasMonstruosReptiles