Existen muchas historias y leyendas, en las que los humanos y los animales se entremezclan dando origen a enigmáticos seres que quedan unidos a la memoria colectiva de la población, en muchas ocasiones para crear un retrato desconcertante.

Es también frecuente que esas extrañas presencias vengan asociadas a hechos trágicos que dan lugar a consecuencias siniestras, por lo que lo habitual es que cuando se produce alguno de estos casos que se transmiten por generaciones, la historia resultante acabe convirtiéndose en un cuento de terror.

Santiago del Estero. Escudo.En la ciudad argentina de Santiago del Estero, capital de la provincia del mismo nombre, ubicada en el norte del país, disponen de un ejemplo perfecto de esas leyendas que ponen los pelos de punta al ser conocidas y que todos conocen, se trata de la historia de la “Almamula” o el “Almamula”.

Este misterioso ser es conocido incluso por algunos nombres más según la zona de la provincia en la que estemos, pues también se le llama “Mulánima”, “Mula frailera” o “Tatá Cuñá”.

Antes de nada, debemos saber de qué estamos hablando. ¿Qué criatura se esconde tras esas denominaciones?

Al parecer, la Almamula se presenta con la forma de una gran mula de color gris plomizo oscuro que arrastra unas pesadas cadenas. Es capaz de arrojar fuego por sus fosas nasales y en ocasiones hasta por sus ojos. Su imponente presencia en la solitaria noche provoca el terror en los que se cruzan por su camino.

Y no es que la gente se asuste porque sí. Más bien al contrario, la Almamula es peligrosa, puesto que cuando es descubierta se muestra realmente agresiva atacando sin dudar con coces y mordiscos que pueden matar a cualquier desafortunado.

La Almamula.Posee además un rasgo todavía más distintivo y que es quizá su característica más notoria. Se trata de un prolongado y agudo lamento que en las oscuras noches se transmite desde mucha distancia y que, según dicen los habitantes de la zona, hiela la sangre del que lo escucha y hace que todos huyan a lugar seguro.

Pero, estando desde luego ante un ser extraño y curioso, lo que más llama la atención es el origen de la singular criatura, si nos ceñimos a las leyendas tradicionales.

Al parecer, en un pasado lejano e indeterminado, cuando Santiago era todavía una pequeña población, habitó allí una bella joven que según se cuenta era de moral un tanto relajada.

Tanto era así que en su frenesí juvenil no tuvo reparos en acostarse con su hermano, con su padre y hasta con el cura de la localidad. A pesar de que era señalada por las calles, nunca mostró el menor pesar y para ella su comportamiento era correcto.

Sin embargo y según la historia, allí arriba no debían estar muy de acuerdo con ella y por ello un aciago día acabó muriendo en un accidente, no sin antes ser maldecida por Dios, que la convirtió, como seguro ya habréis adivinado, en la solitaria Almamula, condenándola a vagar errante por todo el pueblo en las noches, hasta llegar a la puerta de la iglesia, en donde nuevamente debía volver a su punto de partida en una peregrinación sin fin.

Almamula.El fantasmagórico ser representa por tanto un aviso para aquellos que tuvieran en la cabeza relaciones impropias hasta el punto de que si alguna persona que las practicara sin arrepentimiento transita por donde la Almamula hubiera pasado, su maldición se extendería como una sombra, resultando también maldita la persona en cuestión.

Existe sin embargo también una manera de que la maldición llegara a su fin y eso se produciría si algún hombre valeroso lograra acercarse lo suficiente a la Almamula como para conseguir montarse y parar su marcha tirando de sus cadenas. Sería simbólicamente la muestra de que la joven logró frenar sus pasiones y por tanto su alma podría ser liberada por fin.

Pero hasta el momento no se sabe de nadie que se haya convertido en semejante audaz jinete. Más bien, los pocos testigos Con la Almamula.que a lo largo del tiempo dicen haberse cruzado con el equino fantasma, han preferido huir todo lo lejos que han podido. Eso cuando no hablamos de algún misterioso desaparecido que el folklore popular achaca a bajas por encuentros con la Almamula.

Esa es la historia. Se dice que en realidad todo pudo ser en su origen una especie de cuento atemorizante destinado a desanimar a todos aquellos que pudieran considerar salirse de los cánones moralmente correctos en la época.

Sin embargo, lo cierto es que todavía en la actualidad, la Almamula sigue estando muy presente en determinados barrios al caer la noche y de cuando en cuando siguen apareciendo testimonios que aseguran haber visto y sobre todo oído al espeluznante ser.

Como colofón de lo contado, os añado a continuación dos muestras de grabaciones en las que supuestamente se capta el escalofriante lamento de la Almamula.


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