En algunas ocasiones puedo traer por aquí historias que parecen escritas a propósito por algún duende travieso con ganas de divertirse juntando azar y destino, de manera que el cóctel resultante nos deje con una mueca de asombro ante el resultado de sus afanes.

En esa categoría de relatos que parecen cuentos aunque sean muy reales, puede entrar sin duda el curioso caso que os traigo hoy y que ha sido actualidad hace pocos días.

Para poneros bien en situación, os narraré la historia cronológicamente desde sus inicios, que tuvieron lugar hace unos quince años en un barrio residencial de la ciudad de Dallas, en Texas. Leer la entrada completa