Desde tiempos inmemoriales y tocando todas las culturas y regiones que han ido marcando el devenir de los humanos, muchos animales han sido considerados partícipes del mundo paranormal en mayor o menor grado y en diversos sentidos.

Mundo paranormal que, por otra parte, se ha visto relacionado en igual medida con todo lo que afecta a algo tan íntimo como nuestro hogar, nuestro refugio.

Por ello siempre ha habido una gran inquietud por conseguir proteger ese nuestro entorno privado de las influencias ocultas no deseadas.

Como podéis imaginar, unos buenos aliados para esa tarea son nuestros amigos animales y como ejemplo hoy os hablaré de varios de ellos que pueden venirnos muy bien a la hora de proteger nuestro hogar frente a lo desconocido.

Son seres que curiosamente ya nos acompañan desde hace siglos y quizá inconscientemente también los acercamos a nosotros en parte por esa capacidad.

EL GATO

No podía faltar aquí uno de los protagonistas por excelencia cuando se trata de relacionar el mundo de lo oculto con los animales.

Las capacidades psíquicas de los mininos se han tenido en cuenta a lo largo de la historia generalmente para bien, pero también en ciertas épocas muy para mal.

En este caso nos fijaremos en cómo sus sentidos pueden ayudarnos a la hora de detectar e incluso combatir presencias malignas no deseadas que puedan acercarse a nuestros hogares, que por supuesto ellos consideran también los suyos, por lo que se mostraran hostiles y protectores ante cualquier amenaza de ese estilo.

Muchos amantes de los gatos hemos visto cómo a veces parecen interactuar con cosas que solo ellos perciben y nos indican si algo no va bien. Si la amenaza persiste llegarán a enfrentarla intentando expulsarla de su casa, que también es la nuestra, por lo que siempre será un buen aliado.

EL PERRO

Tampoco podía faltar el otro gran amigo del hombre en esta lista, la otra mascota por antonomasia.

Dotado también de capacidades de percepción notables, el perro es otro gran compañero a la hora de brindarnos protección frente a las energías ocultas.

Por ejemplo, existe una creencia por la que si debes mudarte a una casa antigua, es bueno previamente hacer que tu perro sea el primero en visitar cada una de las estancias, porque con la manera de comportarse del can se podrá intuir si existe algo malo en algún rincón.

De la misma forma que el gato, el perro también intentara proteger su territorio de presencias extrañas.

EL CABALLO

Animal que ha ayudado indiscutiblemente al hombre en sus tareas, no tantos saben que puede ser otro indicador de la llegada a nuestro entorno de energías negativas.

Sus ademanes nerviosos sin motivo aparente con movimientos o carreras bruscas y relinchos, con los que ponen en alerta también a otros congéneres que pudiera haber en los alrededores, serían pistas de que algo en el ambiente no marcha bien.

Si tenemos varios ejemplares y comienzan a comportarse de igual forma en cadena, todavía resultaría más evidente.

No habría que confundir estos comportamientos con los más normales de alarma ante alguna persona extraña o animal salvaje que pudieran constituir una amenaza para ellos, pues los primeros resultan no tener motivos visibles aparentes, al menos para nosotros.

EL BURRO

Un “primo” del anterior, tan útil también para el hombre, sirve igualmente para estos fines, siendo sus capacidades casi calcadas de las del caballo, por lo que observarlos nos puede ayudar a identificar posibles amenazas de ese tipo.

EL GALLO

Aparte de ser el despertador natural del mundo rural, el bueno del gallo también cuenta, según dicen, con una buena percepción.

Se cuenta que cuando el animal canta de madrugada, en realidad lo hace para alejar presencias malignas de su entorno, protegiendo a las gallinas y por ende a los habitantes del hogar.

OTROS ANIMALES

Es curioso que cuentos que tocan en parte estos temas de los visitantes no deseados, como el famoso de los hermanos Grimm, “Los músicos de Bremen”, tengan como protagonistas, excluyendo al caballo, precisamente a estos animales.

En realidad, de la mayoría de animales de granja, patos, ocas, cabras, conejos y hasta cerdos o incluso vacas, se cuenta en mayor o menor medida que son capaces de sentir las malas vibraciones que indican algo maligno y reaccionan en consecuencia, cosa que alguien avisado puede observar y determinar.

Movimientos, sonidos, o comportamientos fuera de lugar, son buenos indicios a los que estar atento, para poder a su vez tomar nosotros medidas de cara a asegurar que el mal no llegue a nuestros hogares.

Y en esa labor, debemos por tanto dar gracias de nuevo a nuestros amigos los animales, que también en un terreno tan particular y difuso como este, son capaces de rendirnos un gran servicio, como en tantas otras parcelas de nuestra milenaria relación.

Categorías: Criptozoología