Esta curiosa historia sucedió aproximadamente hace un año, aunque la han puesto a circular de nuevo ahora por las redes sociales rescatando algunos artículos que se publicaron en su día sobre ella.

Desde luego no se puede negar que llama la atención y que causa asombro al conocerla, aunque en realidad narre algo tan conocido y cada vez más frecuente, dada la imparable expansión de la raza humana, como es el encuentro inesperado de una persona con un animal salvaje.

Ahora bien, sin duda, lo mejor de esta historia es que podemos conocerla con toda simpatía dado que no produjo malos resultados para ninguna de las dos implicadas, pues hablamos de una mujer y una hembra de une especie que no se puede decir que tenga el apelativo de “casera”.

Vayamos al principio. Lauren Taylor es una residente de la localidad de Ashland, de unos 20.000 habitantes y ubicada en el norteamericano estado de Oregón.

Tiene en su entorno, como ocurre en muchas partes del estado, extensos parajes boscosos que hacen las delicias de cualquier aficionado a la Naturaleza, como es la propia Lauren.

De hecho, su misma residencia linda con una zona casi salvaje y está construida, como otras muchas, de forma que se integre de una manera muy conseguida con el entorno.

Este último punto, podría explicar en buena medida el inicio de la historia en concreto, que Lauren compartió después con todos a través de su cuenta de Facebook.

Al parecer, en su jardín trasero tienen un pequeño estanque en el que su familia ha comprobado que algunas veces la fauna local aprovecha para saciar su sed, cosa que no les molesta en absoluto.

Hay que añadir que según seguía describiendo, la entrada hacia su salón está en alto tras unas escaleras exteriores que se integran con los árboles y en las que además ellos han colocado diversas plantas, lo que sumerge la edificación perfectamente en su entorno.

Se da también la circunstancia de que en los días de verano, como era ese de julio del año pasado, buscando la fresca corriente de aire no es raro que dejen la puerta entreabierta para facilitar la tarea.

Y para Lauren toda esa cadena de condicionantes es la que produjo el resultado que les sorprendió por inesperado.

Según cavilaron después, un representante de la fauna local, acudió esa tarde a beber a su estanque y cuando se iba, en lugar de volver al bosque avanzó hacia la casa, subió las escaleras y entro en su salón, probablemente casi sin darse cuenta de que ya no estaba en territorio salvaje sino en una construcción humana, habida cuenta de la integración de la casa en el medio.

Hete aquí que en la zona del sofá encontró un perfecto refugio para descansar un poco y allí que se quedó a dormir tranquilamente. Así que imaginad la incredulidad de Lauren cuando al poco encontró a la ocupa pues como dije resultó ser una hembra, cómodamente instalada.

Porque claro, no estamos hablando de que descubriera en su salón una ardilla, ni siquiera un mapache, si no que el animalito que tenía ahora frente a frente era nada menos que un puma.

Quizá en otro caso y con otra persona, el residente se hubiera limitado a tirar de arma, cosa nada rara para un humano, dando a la historia un final muy diferente, pero no fue ese el caso de nuestra intrépida Lauren.

En lugar de eso, primero observó bien al animal y por supuesto corrió a inmortalizar el increíble encuentro. Las fotos que aparecen en esta entrada fueron hechas y publicadas por ella misma y corresponden a esos momentos.

Se dio cuenta además de que el animal, que llegó a despertarse y darse cuenta de su presencia, no mostró tampoco señales de agresividad, por lo que ambas, humana y animal, decidieron que su presencia no era peligrosa para la otra y se creó un mágico instante de armonía entre dos especies en principio enemigas (más por nuestra culpa que por la de los pumas, todo hay que decirlo).

Así que allí se quedó la felina, mientras la dueña de la casa la admitió esa noche como huésped. Pero esta historia todavía iba a adquirir nuevos matices interesantes.

Aprovecho aquí para hacer un inciso. Según cuenta la señora Taylor, ella ha trabajado con animales domésticos y tiene experiencia en el uso sanador de la energía, por lo que intenta siempre que en su hogar predomine la energía positiva y la armonía.

Piensa así que esos detalles ayudaron a hacer que el puma se sintiera tranquilo en su casa y que a su vez ella supiera cómo proceder para mantenerlo así.

De hecho parece que hubo un par de momentos durante las horas de duración del encuentro y ante la presencia de alguien de su familia, en los que el puma se asustó y fueron los únicos instantes en los que la situación pudo haber dado un vuelco inesperado, pero Lauren, según sus propias palabras, consiguió restablecer la armonía y el animal se calmó de nuevo y siguió durmiendo después. Curiosamente ante la presencia de la mujer, el animal no dio muestras de inquietud en ningún instante.

Pero cerca ya de amanecer, Lauren decidió que era el momento de hacer salir al animal, aunque claro, el problema era como conseguirlo sin correr riesgos para ninguna de las dos y pensando además en alejar al animal de la zona habitada por si algún vecino no era tan amistoso como ella.

Entonces recordó sus conocimientos y comenzó estableciendo contacto visual con el animal para tranquilizarlo, utilizando la técnica del parpadeo. Esta técnica, familiar para los amantes de los gatos, pero también aplicable a otros felinos, consiste en realizar parpadeos intermitentes y suaves mientras miras a los ojos al animal, pues parece ser que eso les transmite tranquilidad. Posiblemente hayáis observado a vuestro gato hacerlo también con vosotros.

Pero Lauren no se quedó ahí y ahora viene la que para mí es la parte más alucinante de la historia. Utilizando un tambor ritual indígena y con una cadencia rítmica de tamborileo determinada, ella afirma que entabló contacto con la mente del animal, hasta el punto de que pudo iniciar una transmisión telepática.

Esforzándose por concentrar toda la energía positiva de la que era capaz, comenzó a transmitir al animal mentalmente las imágenes e indicaciones de la ruta que debía seguir para salir de su casa, rodear el estanque, atravesar el arroyo posterior y a través de un espacio abierto alcanzar la zona de bosque para terminar llegando a una colina más distante y segura. Amistosamente la conminaba también a no volver a acercarse a las zonas habitadas, por su propia seguridad.

Pues bien, según terminó de hacerlo, el animal la miró de nuevo y tranquilamente emprendió el camino justo de la manera que le había indicado, saliendo de la casa y llevando sus pasos lejos de allí y justo en la dirección que le marcó Lauren, cosa que ella mismo comprobó desde su ventana, siguiéndola con la vista hasta que desapareció en la distancia.

Como epílogo podemos decir que la mujer no ha vuelto a comentar que el puma haya vuelto a ser visto ni por ella ni por ningún vecino, por lo que cree que vive libre y salvaje en su montaña.

¿Fue así? ¿Llegaron mujer y animal a comunicarse y entenderse telepáticamente? Creamos en la parte más mística de los hechos o no, lo cierto es que el puma llegó y el puma se marchó sin que se produjera incidente alguno y el encuentro de horas se desarrolló en un ambiente de paz y armonía, cosa esta que raramente se puede decir en los casos de interacción de pumas con humanos. Eso hace realmente curiosa a esta historia.

Hay que decir también que Lauren Taylor en modo alguno decía invitar a la gente a hacer lo mismo que hizo y ponerse a jugar con los pumas salvajes como si fueran gatitos, pues también considera que ella tiene unas facultades que no todos poseen y no deja de reconocer que era un animal salvaje. Para Lauren lo mejor es dejarles vivir libremente en sus montañas y no interferir con ellos.

Pero desde luego, en mi humilde opinión, fue muy afortunada pudiendo vivir esa experiencia sin duda inolvidable y ahora como perfecto complemento de las fotos, os ofrezco unos pequeños vídeos del inolvidable encuentro, que también ella misma publicaba en su cuenta.

El felino durmiendo:

https://www.facebook.com/lauren.heartlight.taylor/videos/10212359993369479/

https://www.facebook.com/lauren.heartlight.taylor/videos/10212359994329503/

La marcha:

https://www.facebook.com/lauren.heartlight.taylor/videos/10212359996209550/

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