Tras haber llegado a las 400 entradas y un poco como celebración, inauguro esta nueva centena con una dedicada a un fascinante misterio lleno de controversia y que siempre ha sido uno de mis favoritos de todos los tiempos, aunque todavía no lo había tocado en MISTERIO ANIMAL.

Probablemente la casi totalidad de los que pasáis por aquí, imagino que aficionados del mundo misterioso, conozcáis el tema y hasta es posible que os fascine tanto como a mí.

Hay que tener en cuenta que todo lo que esta historia nos descubre está apoyado por algo tan tangible como una increíble colección de miles de piedras grabadas, con tamaños que van de unos pocos gramos a centenares de kilos.

Como seguramente ya habréis deducido, estoy hablando nada más y nada menos que de las archifamosas piedras de Ica, que tantas opiniones y comentarios han suscitado desde que fueron dándose a conocer.

Para los que todavía nunca hubierais oído hablar del tema, os hago un somero resumen sobre el particular.

En la década de los setenta del pasado siglo XX, en la localidad peruana de Ica, cercana al desierto de Ocucaje, vivía y trabajaba un médico, llamado Javier Cabrera Darquea.

Era el principal recurso de su comunidad y a él acudían también habitantes de los pueblos vecinos. Eran en su mayoría gente humilde que agradecía de verdad el buen hacer del doctor.

Un día, unos humildes campesinos, como agradecimiento tras una consulta, le regalaron una piedra grabada que dijeron haber encontrado.

El buen doctor se quedó un poco perplejo cuando en los relieves le pareció identificar la figura de un pez antediluviano, por ello, la siguiente vez preguntó a esos pacientes cómo había llegado la piedra a sus manos.

Le comentaron que las encontraban en el desierto y aquello fue el principio de todo. Cabrera les pidió que le trajeran más y cuando eso sucedió, fascinado les acabó diciendo que les compraría todas las que encontrasen. Y eso sucedió con otros campesinos.

Para resumir, el buen médico acabó contando en su abarrotada casa y consulta con algo más de ¡40.000! piedras de todos los tamaños.

Comenzó así un frenético estudio de los ejemplares, pues lo que aparentemente descubrió allí era algo que tiraba abajo toda la historia conocida de la humanidad.

En un trabajo de años acabó interpretando que aquello era como una gigantesca biblioteca lítica en la que una humanidad muy anterior a la nuestra había querido depositar su legado.

Había allí conocimientos imposibles de geografía, medicina, astronomía, biología y elementos tan fantásticos como hombres junto a dinosaurios, otros volando en máquinas con forma de ave, operaciones médicas imposibles todavía hoy en día y otras muchas cosas apabullantes, referidas en colecciones temáticas dentro de las piedras.

En lo que MISTERIO ANIMAL interesa, son del todo alucinantes todas las series dedicadas a animales, especialmente los grandes dinosaurios, demostrando aparentemente conocimientos sobre ellos que serían imposibles de obtener sin haberlos observado directamente.

Es esta parte sobre animales imposibles una de las más importantes de la colección y de las más desconcertantes, por cuanto trastocan todo el orden temporal que creíamos conocer sobre la humanidad.

En los vídeos que os presentaré al final, tenéis imágenes sobre esto que os digo que sin duda os sorprenderán y comprenderéis el misterio que rodea a estas piedras.

Ni que decir tiene que cuando el profesor Cabrera se decidió a hacer públicos sus descubrimientos, la reacción que despertó en la comunidad científica establecida, fue de todo menos amable, mientras que el público quedó impactado.

Rápidamente se buscaron modos de hacer de menos sus teorías, por ejemplo haciendo ver que todas las piedras no eran antiguas sino falsificaciones hechas por campesinos. Curiosamente esa explicación, repetida hasta la saciedad, fue la principal base contra el médico.

Se hizo especialmente popular un campesino de nombre Basilio Uchuya, que fue presentado como el artífice de toda la obra de artesanía, a pesar de apenas saber leer y escribir y de los avanzados conceptos que se podían contemplar en los grabados de las piedras. Sin tener en cuenta además el tiempo que hubiera necesitado para tan ciclópea obra.

Son por tanto diversos los aspectos que se esgrimían a favor y en contra de las piedras, aunque sinceramente, a mi particularmente los argumentos en contra nunca me han parecido con suficiente peso y algunos me parecen simplemente irrisorios.

Tampoco quiere decir esto que yo sepa a ciencia cierta qué son y representan en realidad toda esa ingente cantidad de piedras grabadas, pero que están ahí es indiscutible.

De todas formas, para este misterio tan apasionante, no quisiera ser yo el que desgrane las particularidades, por ello me permitiréis que os remita a personas que lo han conocido con mucha más profundidad y os hablarán de ello en los siguientes vídeos.

En primer lugar, será el propio doctor Cabrera el que nos presente su colección. Os aviso de que el vídeo es de larga duración y no tiene una gran producción, pero creo que os gustará.

A continuación, os hablará de este asunto alguien que no necesita presentación, el gran Juanjo Benítez, del que por cierto también os recomiendo sobre este mismo tema su libro “Existió otra Humanidad”, todo un clásico, del que os adjunto la imagen de mi propio ejemplar personal dedicado, de la mítica colección “Realismo Fantástico”, publicada por la editorial Plaza y Janés.

Y para terminar, no en un vídeo sino en tres, os hablará de las piedras de Ica una persona como sabéis familiarmente cercana a mí, y que tampoco necesita presentación alguna: El doctor Fernando Jiménez del Oso.

Los dos primeros de ellos vienen de sendas grabaciones de programas del mítico espacio de radio “La Rosa de los Vientos”, presentado y dirigido por tantos años por el no menos mítico Juan Antonio Cebrián. Y el tercero se trata del capítulo sobre el tema dentro de su serie documental para televisión, “El Imperio del Sol”.

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