Existen lugares que tan solo con nombrarlos invocan el misterio de una manera indudable y rotunda y no cabe duda de que Nazca es uno de los más reconocidos en este sentido.

¡Quién no ha oído hablar de esa zona de la pampa peruana y por supuesto de sus increíbles figuras que han hecho correr océanos de tinta!

No voy ahora a escribir sobre significados, teorías e interpretaciones, pues como digo hay mil y una fuentes en las que obtener toneladas de información sobre el tema.

Pero en fechas recientes, Nazca se ha vuelto de nuevo a poner de actualidad al hacerse público un descubrimiento sorprendente.

Se trata de algo tan interesante como la aparición de una cantidad importante de nuevas figuras en terrenos cercanos a la planicie original.

Cierto es que a finales de 2020 saltó la noticia del descubrimiento accidental de otra gran figura, esta vez con forma de gato, que ya reflejé en MISTERIO ANIMAL (https://www.misterioanimal.com/un-gato-en-nazca/)

Sin embargo, en esta ocasión se trata de un estudio concienzudo y prolongado en el tiempo por parte de científicos de la japonesa Universidad de Yamagata, capitaneados por el antropólogo Masato Sakai.

Ellos, tras un trabajo de varios años, han logrado descubrir y catalogar en los cerros y terrenos de la llanura, nada menos que 168 nuevos petroglifos, habiendo encontrado trazas que permiten suponer que puede haber todavía más hasta superar los 300.

Su ardua tarea nació en 2004, cuando Masato, que ya estaba fascinado por el tema de Nazca desde diez años atrás, pudo acceder a unas imágenes panorámicas de la llanura tomadas por satélite.

Buen observador, se percató de que allí había líneas que no se incluían en el mapa de su distribución que elaboró el Gobierno peruano para su inclusión en la Lista del Patrimonio Cultural Mundial de la UNESCO.

Se dijo, por tanto, que había posibilidades de poder descubrir nuevos petroglifos y a partir de ahí comenzó un laborioso y detallado trabajo de recopilación de datos, con el que llegó a la conclusión de que efectivamente debía haber bastantes figuras por hallar.

Fruto de su esfuerzo, por fin consiguió en 2010 vía libre tanto por permisos como por financiación, para poder empezar a trabajar sobre el terreno y verificar así si sus teorías eran correctas.

El colosal estudio ha durado más de diez años, en los que los japoneses y sus colaboradores han pateado y diseccionado la llanura nazqueña con meticulosidad nipona, para obtener los resultados que ahora se empiezan a conocer.

Han tenido ocasión además de utilizar técnicas punteras de informática y comunicaciones, que incluyen a la inteligencia artificial para interpretar datos y hasta el uso de drones de última generación para cartografiar y detallar mejor sus descubrimientos.

Los trabajos todavía están lejos de concluir pues incluso con los medios empleados, queda bastante terreno por cubrir y nadie descarta nuevos hallazgos futuros.

Sin embargo, lo conseguido hasta ahora ya es realmente revelador y de una gran riqueza arqueológica.

Entre las figuras catalogadas, hay formas geométricas, formas antropomorfas y sobre todo muchas representando diversos animales, tal como sucede en las ya conocidas por todos desde hace años.

En estas nuevas representaciones, los tamaños son muy variables, habiendo no pocas que se pueden apreciar sin problemas a pie firme sobre el terreno, al ser de pequeño tamaño, hasta cinco metros.

Sin embargo las hay que superan los 20 y los 50 metros, siendo necesario elevarse, tal como sucede con las primeras, para poder verlas bien. Es el caso de algunas con formas de aves o de cetáceos que parecen orcas.

Se piensa que muchas de las figuras más pequeñas servían a modo de indicadores de la senda para llegar a las más grandes, dada su distribución.

De nuevo ahora se presenta el problema de interpretar correctamente el fin y el significado del conjunto, que, sumando los viejos y los nuevos descubrimientos, convierte a Nazca en un lugar todavía más importante y sugerente de lo que ya era.

La investigación todavía dista de estar concluida y de hecho la universidad nipona ha cerrado un acuerdo con IBM para potenciar su capacidad de proceso y lograr analizar los datos obtenidos con mayor precisión utilizando nuevas técnicas de inteligencia artificial.

Adicionalmente están preparando la compra de un edificio con terrenos en la zona, para poder tener una sede permanente en las inmediaciones y facilitar así el desarrollo de los trabajos.

Incluso están gestionando permisos y ayudas con ayuntamientos implicados, para proteger algunas decenas de figuras que se encuentran en terrenos urbanizables y que por tanto podrían acabar destruidas.

Por ello deberemos estar atentos a las novedades, pues no sería descartable que aparecieran nuevas sorpresas bien sea en forma de petroglifos o, quién sabe, de alguna prueba desconocida hasta ahora que permita aclarar definitivamente el porqué de las famosísimas líneas.

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