Como ha pasado en otras ocasiones últimamente, un hallazgo casual en los mapas, en este caso de Google Earth, ha levantado en estos días la correspondiente polvareda en las redes.

Parece que la búsqueda de anomalías tanto en el mencionado Google Earth como en su primo Maps, se ha convertido en algo realmente popular y raro es el mes en el que alguien no nos sorprende diciendo haber descubierto, OVNIS, fantasmas, restos de civilizaciones o seres extraños, en los más insospechados o recónditos rincones geográficos.

Como podéis adivinar, si comento todo esto aquí es porque lo que se ha descubierto esta vez tiene que ver con la temática de MISTERIO ANIMAL, puesto que alguien dice haber descubierto el rastro de una criatura legendaria, ni más ni menos que el mítico Kraken.

En efecto, circula en estos momentos a toda velocidad un vídeo montaje sobre un vuelo en Google Earth en el que acabamos llegando a un punto que presenta una anomalía inquietante.

Para situarnos, vamos a viajar cerca de la remota Antártida. En los alrededores del extremo más cercano al cono Sur del continente americano, nos toparemos con una isla de nombre realmente misterioso: La isla Decepción.

Muy cerca de allí, como veréis en el vídeo, se encuentra la curiosa anomalía que ha motivado tanta polémica.

De entrada podemos decir que hay que tener puntería para descubrirla, porque desde luego aquí cuadra muy bien la frase de estar perdido en la inmensidad del mar.

Pero bueno, una vez que hemos llegado a tan remota ubicación, sí se puede ver que aparentemente ahí hay algo que no es como todo lo de alrededor.

Lo primero que se observa es la tremenda turbulencia de las aguas a su alrededor, en contraste con el resto.

Calamar gigante.Eso parece indicar la existencia de una fuerte corriente, aunque desde luego tremendamente localizada, o bien de “algo” capaz de originar ese movimiento.

Y lo cierto es que una vez vista con detalle, sí podría pensarse que hay una silueta de un color pardo diferente al entorno, como en trance de salir del agua y que sin demasiada imaginación podría creerse la parte caudal de un gran calamar gigante, tanto por forma como por tonalidad.

Quizá cazando, quizá escapando de un peligro, un animal de ese tamaño descomunal en movimiento desatado podría explicar también todas las turbulencias que se generan a su alrededor.

Y hablo bien al decir tamaño descomunal pues si os fijáis, en un determinado momento, el autor del vídeo aprovecha la herramienta de medida del Google Earth para calcular el tamaño de la anomalía o del supuesto ser.

Vemos que primero estima su longitud total, apareciendo entonces la increíble cifra de 96 yardas, que vienen a ser nada menos que ¡87 metros!

Posteriormente mide lo que sería la caperuza del cuerpo que arroja unas considerables 25 yardas, o lo es lo mismo, casi 23 metros.

Desde luego si eso fuera un calamar gigante estaríamos ante el animal más colosal de los referenciados nunca, muy por encima de cualquiera del que se haya tenido noticia o siquiera sospecha y al que en ese caso si podríamos tomar más bien como una muestra de la existencia del mítico Kraken.

Plesiosaurio.Tiburón ballena.Hay como siempre otros puntos de vista, como los que quieren ver en las imágenes las aletas de algún ejemplar de la familia de los plesiosaurios, o algún tipo de tiburón gigante tipo megalodon.

Identificaciones más corrientes como por ejemplo alguna ballena, se descartarían dado el inverosímil tamaño de lo que sea que se vea allí y la también la tonalidad, que no concuerda con especies que pudieran navegar por la zona.

No faltan tampoco quienes piensan que se ha  capturado el momento de la salida del agua de algún tipo de ingenio o nave artificial aunque si lo fuera desde luego tendría que ser de factura extraterrestre, pues tampoco parece reflejarse en las imágenes el perfil de ningún submarino o buque de los conocidos.

Ballena azul.Por supuesto también han surgido explicaciones más normalizadas como que se trata de algún pequeño islote, aunque hasta el momento, que yo sepa, no ha salido a la palestra nadie de la comunidad científica más acostumbrada a viajar por aquellas remotas zonas indicando que efectivamente en esas coordenadas hay un pequeño e inhóspito islote natural, aunque no salga referenciado en la cartografía habitual.

También, por último, se ha hablado de que todo fuera simplemente un juego de luces y sombras ocasionado por alguna fuerte corriente marina.

Como veis, tenéis explicaciones para todos los gustos y colores. Para variar os toca a vosotros decidir cuál se ajusta mejor según lo que os parezca ver en el ya famoso vídeo, que por supuesto os añado a continuación.

¡Ah! Y si queréis ir directamente a ver la imagen en el propio Google Earth, debéis introducir las siguientes coordenadas: 63 grados, 2 minutos y 56,73 segundos, Sur – 60 grados, 57 minutos y 32,38 segundos, Oeste (63º2’56.73”S 60º57’32.38”W)

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