Vista Isla Yerbabuena.En la zona de la bahía de San Francisco existe una pequeña isla rocosa que ha sido a lo largo del tiempo ubicación de diversas leyendas, entre ellas dos que entran dentro del ámbito de MISTERIO ANIMAL y protagonizadas ambas por animales bovinos.

Hablo de la “Isla Yerba Buena” (Yerba Buena Island). Se encuentra en el centro de la bahía, casi al lado de otra isla de formación peculiar, puesto que es artificial y se construyó entre 1936 y 1937 para la Feria Mundial. También el nombre de esta segunda isla es peculiar puesto que se la conoce como la Isla del Tesoro, en recuerdo de la famosa novela del mismo nombre de Robert Louis Stevenson, quien vivió en San Francisco entre 1879 y 1880.

Hoy en día ambas islas están unidas por un paso elevado que a la vez posibilita conectar con la autovía del Bay Bridge que, pasando mediante un túnel por Yerba Buena, atraviesa la bahía permitiendo la comunicación entre las ciudades de San Francisco y Oakland.

El Bay Bridge con Yerba Buena en el centro.Pero la Isla Yerba Buena ha sido conocida y visitada desde mucho tiempo atrás. Incluso ha cambiado varias veces de nombre. Originalmente en los albores de 1800 era llamada la Isla de los Pájaros Marinos (Sea Bird Island) por las colonias que entonces nidificaban y descansaban en ella. Años más tarde se la pasó a denominar la Isla de la Madera (Wood Island) pues entonces se aprovechaban los recursos madereros que existían. Entre 1895 y 1931 fue conocida como Isla de la Cabra (Goat Island), porque se introdujeron muchos ejemplares para ganadería. Finalmente, en 1931 pasó a tomar el nombre que se ha mantenido hasta la actualidad de Isla Yerba Buena.

También los usos de este territorio han ido cambiando en función de las necesidades de la gente como hemos visto, llegando incluso a haber sido junto con su vecina la Isla del Tesoro, la ubicación de una base de Marina de Estados Unidos hasta 1966.

Siendo un enclave con no pocas curiosidades históricas, lo interesante en este caso es que también es el origen de sendas historias fantasmales protagonizadas por animales y lo más curioso es que en las dos los protagonistas son bovinos, cosa que tampoco es muy habitual.

Su primera protagonista es la que se ha venido conociendo como la Vaca de Yerba Buena (The Yerba Buena Cow). Su historia es más bien triste, pero así se ha transmitido. Cuentan que en los últimos años del siglo XIX, unos piratas de la zona que había fondeado en la isla para descansar, necesitando comida avanzaron por la isla y encontraron un ternero al que mataron y se comieron.

Bahía de San Francisco.Su madre que estaba comiendo un poco alejada, no pudo evitarlo y cuando regresó a donde lo había dejado ya no lo encontró. No cejó de buscarlo desde entonces y según parece cuando tiempo después murió siguió haciéndolo. Algunos viajeros y residentes dicen desde entonces haber podido ver el fantasma de la vaca andando por la playa, buscando sin parar a su ternero perdido, esperando su regreso.

No es muy frecuente como decía antes encontrar alguna historia extraña con protagonistas bovinos, quizá una de las más conocidas sea la de la meseta de la estampida, de la que hablé ya en MISTERIO ANIMAL (https://www.misterioanimal.com/la-meseta-de-la-estampida/), por eso la historia a pesar de no estar demasiado documentada, es interesante.

Pero ese interés aumenta si tenemos en cuenta que en esta pequeña isla llamada Yerba Buena podemos conocer no una, sino dos historias así.

La segunda, que tiene como protagonista en esta ocasión a un toro de gran tamaño y fiereza, tuvo lugar en la época en que la isla era conocida como la Isla de la Cabra.

Al parecer, entonces el lugar estaba habitado permanentemente por un número no demasiado elevado de personas, pero por contra el lugar se había convertido en un sitio sumamente popular para turistas y viajeros ocasionales. Esto molestaba a los residentes que en no pocas ocasiones se sentían poco menos que invadidos, por lo que se les ocurrió un método algo expeditivo para intentar reducir las visitas del exterior.

Su idea consistió en dejar libre por la playa un gigantesco toro que tenían como semental, al que llamaban “Taurus” y que contaba con una marcada predisposición a cargar contra cualquier extraño que se le acercara.

Al principio la estratagema produjo el resultado deseado pues tras algunos encuentros desagradables que varios visitantes tuvieron con Taurus, fue corriéndose la voz por las áreas circundantes y las visitas  a la isla comenzaron a reducirse de manera notoria.

Isla Yerbabuena con Isla del Tesoro.Ahora bien, los problemas llegaron tiempo después a medida que el toro se fue habituando a su nueva vida en libertad y poco a poco empezó a considerar como intrusos también a los propios habitantes de la isla lo que hizo que acabara pasando lo que tenía que pasar; ellos mismos eran atacados por el toro tan pronto se dejaban ver.

Ante eso, los lugareños reunidos en consejo decidieron que debían acabar con el animal por el peligro que había pasado a representar, como nota mía añado que, demostrando una vez como solemos actuar los humanos, no consta que hubiera una sola persona que hiciera notar que el problema lo habían causado ellos soltando el toro y no el propio toro en sí que pasó a ser el único culpable.

Se organizaron pues dos partidas de caza armadas hasta las cejas para explorar la isla y encontrar al animal. Esa noche una de las partidas lo encontró, o más bien el toro les encontró a ellos, puesto que fueron sorprendidos de improviso en una zona arbolada en la que habían parado a descansar y tan sólo tuvieron tiempo de subirse apresuradamente a los árboles mientras veían como Taurus arremetía contra sus armas apiladas y las dejaba inservibles. Allí pasaron toda la noche encaramados hasta que con la llegada del nuevo día constataron que el toro se había marchado de allí y pudieron bajar.

El toro Taurus.Lamentablemente para Taurus, en ese día fue localizado por la segunda partida que consiguió abatirle y darle muerte. Pero en contra de lo que festejaron, no todos los problemas de los lugareños acabaron ahí.

Parece que en los días siguientes algunos de los miembros de la partida comentaron haberse sentido espiados y perseguidos por la isla especialmente durante la noche y no tardó en aparecer una persona que confesó haber corrido espantada una noche ante la aparición ante él en un sendero del fiero Taurus.

A ese testimonio, le siguieron otros esporádicos durante los siguientes años, por lo que acabó por pensarse que el toro seguía aún patrullando su territorio desde el otro mundo.

Y por todo esto, la Isla Yerba Buena presenta la sin duda curiosa característica de ser el “hogar” de un toro y una vaca fantasmas, que además tienen su origen en dos historias diferentes.

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