Ahora que nos llega una nueva noche de Halloween, hoy os voy a contar una bonita historia que tiene como protagonista a un bichito que forma parte por derecho propio de los animales más recurrentes en esta noche.

Me estoy refiriendo a la araña. Sin duda un animal muy propio de estas fechas y que despierta los más encontrados sentimientos en la gente siendo raro que nos sea indiferente. Hay personas aficionadas a su estudio y hay muchas otras a las que su simple presencia ya les provoca pesadillas.

Desde luego, su presencia y sus telas son parte indispensable de la iconografía de Halloween y por eso traigo aquí a este artrópodo, que lleva en nuestro planeta mucho más tiempo que nosotros mismos.

Halloween.Y la historia o la leyenda que os vengo a contar, tiene que ver también con un artilugio que, procedente de los antiguos nativos norteamericanos, se ha popularizado de una manera exponencial en nuestros días, aunque más bien como elemento decorativo o folklórico que con su significado ritual original.

Hablo de un objeto conocido como “atrapasueños”, seguro conocido por la gran mayoría de vosotros. Para los que no, su forma es la de un aro, ornamentado con plumas y con una hilada entretejida al estilo precisamente de una tela de araña, dejando únicamente un hueco justo en el centro.

Su nombre viene del inglés “dreamcatcher” que significa también lo mismo, aunque en su lengua de origen, que es la de los indios Ojibwa, su nombre era “asabikeshiinh”, que curiosamente se traduciría como araña.

Este utensilio era para los nativos un poderoso amuleto que protege de los malos espíritus a su poseedor y hace que los malos sueños y pensamientos se vayan y desaparezcan, capturando y conservando los buenos para que nos influyan y guíen en la vida diaria.

Sobre el origen de tan particular y bonito objeto existen dos leyendas principales, ambas procedentes de los indios.

La primera nos viene de la tribu Lakota, una subtribu de los más famosos Sioux, que en su apogeo se extendió por la zona ribereña y de praderas siguiendo el cauce del río Missouri y abarcando cinco estados: Las dos Dakotas, Minnesota, Wyoming y Nebraska.

Según su tradición, hace incontables años su viejo líder estaba en la cumbre de una montaña cuando le sobrevino una visión en la que su gran maestro, el sabio Iktomi, se le apareció. Y lo hizo nada menos que en la forma de una araña.

Atrapasueños.Cuando empezó a comunicarse con él, el nativo observó que mientras lo hacía, tomó una rama de un sauce cercano con la que compuso un aro, con sus patas añadió al armazón diversas ofrendas que llevaba, como plumas, cuentas o pelo de caballo y a continuación comenzó a tejer una precisa telaraña para unir todo el conjunto. Rellenó la superficie del aro por completo dejando únicamente un espacio circular vacío justamente en el centro.

A su vez, le habló al nativo sobre las fuerzas y energías malas y buenas que nos rodean y de cómo es necesario seguir y escuchar a éstas últimas y huir de las primeras para poder mantener un camino recto y feliz en la vida.

Cuando terminó su explicación, le entrego el objeto que había confeccionado para que les ayudara y protegiera a él y a su pueblo si lo ponían en la cabecera de sus camas.

Le indicó que si creían sinceramente en el Gran Espíritu, el amuleto cumpliría su función atrapando en la red de la telaraña las buenas ideas, sueños y pensamientos, haciendo que todo lo malo se fuera por el agujero central.

Otra tribu, la de los Ojibwa, que si recordáis he citado ya antes al hablar del nombre original del atrapasueños, tiene una leyenda algo diferente, aunque parecida en lo esencial.

Este pueblo estuvo muy extendido por diversos territorios de Estados Unidos y Canadá y curiosamente a ellos les debemos el conocer estos curiosos objetos, pues fueron los que en la década de los años 60 del pasado siglo XX, empezaron a comercializar atrapasueños como souvenirs para los turistas y visitantes.

Desde entonces y debido a su bella factura y su leyenda, se han convertido en unos popularísimos objetos decorativos en todo el mundo, como ya comenté antes. Si bien, con la masificación han perdido mucho de su significado original.

Pero volvamos con los Ojibwa para conocer cómo recuerdan ellos en sus tradiciones la creación de los atrapasueños.

Había un espíritu con forma de mujer araña, que cuidaba y velaba por todas las criaturas del mundo incluyendo a los humanos y era conocida como Asibikaashi.

Araña tela noche.Por las noches tejía delicadas telas sobre las cunas de los niños, para atrapar cualquier atisbo del mal y que se desvaneciera junto a su tela con las primeras luces del alba.

Sin embargo, cuando los Ojibwa comenzaron a extenderse y dispersarse por toda Norteamérica, le empezó a resultar muy complicado poder proteger a todos los niños a la vez, por lo que enseñó a las abuelas y estas a las madres, a realizar telas para poder mantener a salvo ellas mismas a sus retoños.

Ni que decir tiene que las instrucciones que les dio coinciden básicamente con las necesarias para construir el atrapasueños que conocemos.

Es en su funcionamiento donde se halla la sutil diferencia con la leyenda procedente de los Lakotas, puesto que en este caso el amuleto se comportaría casi a la inversa, capturando y reteniendo lo malo en la red hasta que se diluya al alba y permitiendo que lo bueno se filtre y llegue a nosotros a través de las plumas.

Sea como fuere, lo que está claro es que independientemente de que lleve a cabo su tarea de una manera o de otra, el atrapasueños tiene la misma carga simbólica de protección ante el mal.

Y como os decía al principio, la araña es una parte fundamental de la historia, de ahí el que quisiera contárosla precisamente hoy, cuando en la noche llegue Halloween y las arañas estén muy presentes por todas partes añadiendo ambiente a la fiesta.

¡Disfrutadla y pasad miedo!



Globo.

Etiquetas:

Categorías: InvertebradosLeyendas