Lebrílope.Entre los seres de leyenda y mitológicos, no es raro encontrarnos con animales que aparentemente tienen su origen en extraños cruces biológicos entre especies comunes, que luego dan lugar a criaturas fantásticas.

En ocasiones la lógica nos dice que semejantes cruces no tienen muchos visos de llegar a buen puerto, pero sin embargo esos seres acaban formando parte del imaginario popular y son protagonistas de testimonios y avistamientos que escapan a esa lógica.

A lo largo y ancho de los Estados Unidos, podemos encontrar más de un ejemplo de criaturas de ese estilo, de alguna de ellas ya he hablado en MISTERIO ANIMAL. Hoy traigo aquí a una más de ellas, tan curiosa como simpática. Se trata del esquivo “Lebrílope”.

Este animal proviene ni más de menos que del cruce de una liebre con un antílope americano o según otras versiones, un ciervo o una cabra.

Conocido allí como “Jackalope” (De Jack Rabbit y Antelope), es bastante popular en los estados del Oeste, donde no faltan muchos locales de recuerdos a pie de carretera en los que podernos llevar para casa su imagen en postales o láminas. Incluso encontraremos hasta supuestas cabezas disecadas para la pared del salón, de todo un genuino lebrílope.

Como no podía ser menos, a tan extravagante especie también se le atribuyen no menos extravagantes comportamientos y capacidades.

Po ejemplo se dice que a las hembras de la especie se les puede ordeñar, obteniendo así una leche con propiedades medicinales para los humanos. Además ese proceso lo facilita el hecho de que al parecer las hembras siempre duermen panza arriba y son de sueño profundo, por lo que no es difícil llegara a ordeñarlas sin que siquiera se despierten.

También parece que son animales sumamente tímidos y huyen ante cualquier aproximación, pero si los coges por sorpresa pueden ser muy agresivos.

Lebrílope cabeza.Desde siempre han circulado historias de haber sido piezas de caza para los habitantes rurales, siendo apreciada su carne de sabor, dicen, similar a la de langosta. Su caza tampoco está exenta de trucos curiosos como por ejemplo el de colocar como cebo en una zona de paso nada menos que una botella de whisky, lo que hará que el animal beba hasta coger una borrachera de campeonato, de tal forma que capturarle después se convierte en un juego de niños.

Esta caza por parte del hombre unida a sus originales costumbres de reproducción, explican para la mayoría que el lebrílope sea hoy en día un animal casi imposible de ver.

Y si os preguntáis cuáles son esas costumbres, os diré que según la tradición estos seres tienen la poca práctica costumbre para sus intereses y los de su especie de reproducirse únicamente en noches con tormentas eléctricas que incluyan también granizo.

Aunque desde luego, si hay una característica que define y hace destacar al lebrílope es su capacidad para imitar voces humanas, hasta tal punto que muchas veces estando en peligro consigue confundir a sus perseguidores con pistas falsas, voceando convincentemente cosas como “Se ha ido por allí”, “Va hacia el monte”, “Por el camino”, o cualquier otra frase que despiste a los otros y le permita huir.

Como es lógico, tan sorprendente habitante no podía dejar de considerarse un reclamo turístico en sus supuestas zonas de distribución, encontrándose ideas casi tan curiosas como el propio animal.

Lebrílope salto.Por ejemplo, en la localidad de Douglas, perteneciente al estado de Wyoming, son muy populares las licencias de caza para turistas con permisos para abatir cuantos lebrílopes sean capaces de cazar, sin que hasta la fecha se hay reportado ningún turista que haya cobrado pieza alguna.

Quizá también contribuya a ello el hecho de que dichas licencias sólo son válidas durante el período hábil oficial de caza del lebrílope que abarca únicamente desde las 00:00 a las 02:00 horas del día 31 de Junio. (Supongo que no tendré que hacer notar que Junio tiene 30 días, ja,ja). Aun así, muchos vuelven a casa con sus genuinas “licencias” como recuerdo.

Hasta mandatarios como el mismísimo Ronald Reagan, han tenido en cuenta estas leyendas y era famosa la anécdota de que en su rancho de California tenía una cabeza de lebrílope que explicaba haber cazado personalmente a la mayoría de periodistas que le entrevistaban allí, en especial si eran extranjeros.

Desde luego no podemos negar que el lebrílope se asemeja a nuestro más castizo “Gamusino” como animal esquivo, al que todos supuestamente van a cazar pero nadie ve.

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