El pasado 4 de Agosto se daba a conocer en Australia una noticia, en principio localmente, que como en tantas otras ocasiones demostró todo lo que puede sorprendernos el Reino Animal.

La noticia en sí se había originado el día antes cuando una familia hasta entonces completamente desconocida, ahora se han hecho muy populares en su país, Etienne y Linda Kruger junto con su hijo Simon de 7 años decidieron ir a pasar el día a una zona muy visitada del sur de Australia, el “Deep Creek Conservation Park”.

Deep Creek situaciónEsta reserva de unos 45 Kilómetros cuadrados, se encuentra en la zona meridional del país, a unos 108 Kilómetros al sur de la ciudad de Adelaida. Cuenta con variedad de paisajes como páramos, zonas boscosas con Deep Creek situación detalleagua dulce e incluso zonas de playa, pues su territorio llega hasta el mar. Por supuesto también cuenta con una amplia representación de la flora y la fauna autóctonas.

Es una zona muy popular entre los aficionados a la naturaleza y los turistas, por ello no tiene nada de extraño que los Kruger se acercaran hasta allí a pasar la jornada.

Los problemas para la familia comenzaron cuando en un momento indeterminado de la tarde tras la comida y en algún pequeño descuido de sus padres, Simon al parecer vio un canguro y decidió seguirle, con tan mala fortuna que aunque tampoco se alejo Kilómetros del lugar donde estaban, se desorientó por completo y ya no supo volver con sus padres.

Estos por su parte no habían tardado mucho en darse cuenta de la falta de Simon y habían empezado a buscarle pero tampoco ellos acertaron a seguir el recorrido del niño y no consiguieron acercarse lo suficiente como para ser oídos o verle.

Ante esa situación los padres optaron por dar aviso a las autoridades, que rápidamente montaron un amplio operativo de búsqueda en el que se incluyeron hasta dos helicópteros.

El problema es que se les empezó a echar la noche encima y además el terreno a cubrir no era abierto sino arbolado por lo que era más difícil conseguir líneas de visión claras.

Parte del equipo de búsquedaTuvieron al final que suspender la búsqueda hasta que volviera la luz por la mañana, con la consiguiente preocupación de todos ya que el niño seguía sin aparecer y en lo que todos pensaban, más que en algún peligro por cualquier animal salvaje, era en las inclemencias del tiempo, ya que en esa zona se producen grandes diferencias térmicas entre el día y la noche pudiendo estimar que la temperatura descendería a unos valores entre 0 y 4 grados centígrados, lo que haría que, teniendo en cuenta la edad de Simon y que sólo llevaba una ligera ropa de campo, el niño lo fuera a pasar bastante mal para aguantar el frío durante toda la noche.

Tras unas horas nocturnas de nervios, la búsqueda se reanudó apenas asomaron de nuevo los primeros rayos de sol. La angustia tampoco iba a durar demasiado, pues en las primeras horas de la mañana y a poco más de un Kilómetro en línea recta de donde desapareció, si bien en otra dirección de donde se le buscó inicialmente, una patrulla del equipo de búsqueda localizó a Simon sano y salvo y en mucha mejor condición de lo que esperaban tras haber pasado la noche a la intemperie.

Tras el emotivo encuentro con sus padres, lo mejor vino cuando el niño explicó cómo había sido su aventura y el porqué de haber aguantado con tanta facilidad las inclemencias de la fría noche.

Según explicó, tras haberse dado cuenta de que se había perdido al seguir al canguro e intentar encontrar el camino y llamar a sus padres por un rato, decidió sentarse a esperar entre un pequeño grupo de árboles.

Cuando ya caía la tarde, vislumbró un grupo de canguros que se acercaban a donde él estaba. Sin pensarlo ofreció al que tenía más cerca un ramillete de flores que había cogido esperando dárselo a su madre y para su sorpresa el canguro se le acercó tímidamente y se comió las flores que el niño le ofrecía. Pero lo más increíble estaba por llegar.

La noche había hecho ya acto de presencia y los canguros se agruparon para pasarla mejor, pero el ejemplar de las flores se acercó de nuevo a Simon, se acurrucó junto a él y pasó la noche durmiendo a su lado y dándole calor, lo que seguramente salvó la vida al niño. El resto de los animales se colocaron también en las inmediaciones.

Por la mañana los canguros permanecieron cerca de Simon hasta que el ruido producido por la patrulla que se acercaba hizo que se marcharan.

Pronto la extraordinaria historia saltó a los medios, primero locales, luego nacionales y finalmente dio la vuelta al mundo.

Canguro Gris OccidentalSegún la descripción de Simon y las diversas áreas de distribución de las especies es casi seguro que el canguro protagonista de tan singular hecho fuera un canguro gris y dentro de las dos especies de esa parte de Australia, debe haber sido el canguro gris occidental (Macropus Fuliginosus), pues su primo el canguro gris oriental (Macropus Giganteus), tiene una distribución que se queda algo más al sur de Deep Creek.

El canguro gris en su variedad occidental está ampliamente extendido por el sur-suroeste de Australia y abunda en Deep Creek. En un animal robusto que puede llegar a pesar hasta 54 Kg. Y medir hasta 1,40 m. Tímido ante la presencia de humanos suele huir en cuanto los detecta.

Es por ello que la aventura de Simon ha sido tan comentada. ¿Qué motivó el comportamiento protector de ese canguro en concreto? ¿Realmente se dio cuenta de que el niño estaba en apuros y decidió ayudarle tras ofrecerle comida? ¿El resto de la manada también lo entendió así?

Para los padres sin embargo, los animales fueron enviados como ángeles de la guarda de su pequeño y para ellos no hace falta más explicación.

Lo que está claro es que nunca antes utilizar el término “canguro” para quien se queda a cuidar de tus hijos mientras tú no estás, ha sido tan exactamente descriptivo. ¿No os parece?

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