Lago Colico.Seguramente muchos de vosotros estéis al tanto del revuelo producido en los medios a finales del pasado mes de Febrero por una extraña filmación casual de lo que parecería ser una extraña criatura acuática.

Para los que no tuvierais datos y para todos en general, intentaré ahora recopilar la información conocida sobre el particular así como mis primeras impresiones sobre el caso.

Los hechos han tenido lugar en el lago Colico, conocido entorno natural muy visitado que se encuentra en Chile, en concreto dentro de la región de la Araucanía y en la provincia de Cautín, siendo Cunco la población urbana más cercana a sus aguas, a unos 20 Kilómetros al Norte.

Pues bien, el pasado 16 de Febrero, en dicho lago se encontraba pasando el día con su familia, su marido y sus dos hijos, Carolina López, de 32 años y paramédica en el Hospital regional de Temuco, quien a la postre sería la autora de la filmación que a estas alturas, tras ser subida a la red, ha dado ya la vuelta al mundo.

Según su relato estaban a punto de almorzar cuando empezaron a oír gritos de algunas personas que decían que había algo en al agua. Ella cogió su cámara de vídeo y comenzó a filmar a tiempo de poder contemplar como aparentemente ante ella y no muy lejos de la orilla, se desplazaba un enorme ser de apariencia serpentiforme como parece apreciarse en los primeros segundos de la grabación. Parece ser que por los nervios Carolina se trastabilló y casi se cae, por lo que la filmación se vuelve borrosa e imprecisa a partir de ahí. Cuando se recuperó y pudo volver a grabar con nitidez el ser había desaparecido y ya sólo se ve como intentan localizarlo aunque sin éxito. Durante todo el tiempo se puede oír a Carolina con su marido y se palpa su extrañeza y desconcierto por lo que estaban observando.

La propia Carolina explicaba después que no podían saber a ciencia cierta qué era lo que habían visto pero que dejaba una estela de la misma forma que la producida por las lanchas al pasar, con su pequeño oleaje, en un día por cierto en el que la superficie del lago estaba tranquila y ellos no observaron viento. Dijo que era de tono negruzco y brillante y movía su cuerpo de manera oscilante.

Hay también otro testigo, Raúl Alejandro Pozas, que también habló con los medios y que estaba a unas decenas de metros de Carolina y su familia. Este hombre no tenía equipamiento para haber fotografiado o filmado a la criatura, pero sin embargo pudo observarla mejor pues sí disponía de unos prismáticos. Según su testimonio calculó que tenía al menos unos 10 metros de largo, con cuerpo de gran serpiente de color negruzco y manchas color café por el lomo.

Describió también que pudo ver algo como apéndices natatorios pero que le dieron impresión de ser duros, no flexibles, recordándole los de los dinosaurios marinos. Pudo ver también un atisbo de su cabeza que describió también por analogía como parecida a la del monstruo Godzilla de la película del mismo nombre.

Reconocía no obstante que el avistamiento había sido muy breve de sólo unos segundos, aspecto que coincide también con el tiempo que la criatura es visible en el vídeo de Carolina, aunque él se mostró bastante seguro de que lo que había visto era tal como lo había descrito y de que era un ser vivo.

En este punto y antes de comenzar a intentar entender qué fue lo que vieron los testigos, creo que es momento de que podáis ver el vídeo del que estoy hablando si aún no lo conocíais, por lo que lo tenéis a continuación.

 

Para completar, os he añadido también un segundo vídeo de una cadena de informativos local, en el que se puede ver además una entrevista a la familia protagonista, así como a otras personas del lugar.

 

 

Bien pues tras haber visto de qué estamos hablando es hora de empezar con las posibles explicaciones para este caso.

En primer lugar lo que muchos pensaron es que podía tratarse de una gran anaconda, animal bien conocido en general y que por asociación de ideas es lógico que sea una primera opción. Ahora bien, dicho esto habría que precisar antes de seguir avanzando qué tipo de anaconda, pues aunque parezca una única serpiente, en realidad hay dos especies de anaconda.

La primera y menos conocida es la anaconda amarilla (Eunectes notaeus), que tiene un tamaño medio de entre 2,5 y 4 metros de largo con un peso de unos 35-60 Kilos, estando el registro máximo en un ejemplar de poco más de 6 metros capturado en Brasil. Es la que presenta una tonalidad más clara de las dos anacondas.

Anaconda amarilla.Su área de distribución se encuentra en el este de Bolivia, todo Paraguay, oeste de Brasil, nordeste de Argentina, y ocasionalmente llega a Bella Unión en el departamento de Artigas del noroeste del Uruguay.

Con estos datos, parece que se quedaría corta para ser la especie observada en el Colico y además su área de distribución no encaja, con lo que podríamos pensar en descartarla.

Sin embargo, con su especie hermana, la anaconda verde (Eunectes murinus), que en realidad es la que todo el mundo tiene en la cabeza cuando se menciona la palabra anaconda, sí podríamos estar más cerca por la apariencia.

Es más grande que su hermana, estando su longitud promedio entre los 4 y 6,5 metros de largo y su peso entre los 50-130 Kilos, habiendo registros de ejemplares de más de 8,5 metros y más de 200 Kilos de peso. Hay evidencias incluso de la captura de un ejemplar en 1944 en Venezuela que alcanzó los 11,44 metros de longitud con 123 centímetros de circunferencia y 285 Kilos de peso.

Anaconda verde.En este caso por tamaño y siendo de tonalidad más oscura que la anaconda amarilla, sí podríamos empezar a pensar que perfectamente pudo ser una gran anaconda verde la grabada en el lago.

Pero surge otro pequeño problemilla. El área de distribución de esta especie abarca las cuencas de los ríos Orinoco, Napo, Amazonas, Paraguay y el Alto Paraná. Contando también con poblaciones fuera de dichas cuencas en Guyana, isla Trinidad, Venezuela, Colombia, Brasil, Ecuador, Perú, Bolivia y hasta el noreste de Paraguay, considerándose  actualmente extinta en Argentina.

Es decir, que el lago Colico quedaría bastante fuera de su área de distribución, al igual que pasaba con la anaconda amarilla.

Por tanto, creo que si bien por apariencia y características la anaconda verde pudiera ser de las dos la especie que permitiría explicar el avistamiento, la ubicación geográfica del Lago Colico debería descartar esa teoría, salvo algún suceso realmente extraño como que alguien hubiese soltado una en el lago hace bastante tiempo, (pues ya sería alucinante pensar que la trasladó con su supuesto tamaño actual) y el animal hubiera sido capaz de haber ido sobreviviendo y creciendo durante unos años sin ser descubierta hasta ahora.

En cualquier caso en esa zona, incluyendo los lagos cercanos, hasta donde he podido averiguar no hay ni ha habido ningún otro reporte de observaciones o identificaciones positivas de anacondas, grandes o pequeñas.

Además está todavía la declaración de Raúl Alejandro Pozas, que recordemos dijo haber visto aletas en el animal, cosa que en mi opinión terminaría de descartar a la anaconda.

Con otro enfoque diferente, el 26 de Febrero, el diario chileno “Las Últimas Noticias” se hizo eco de otra posible teoría que no tenía nada que ver con ningún animal.

En este caso, la posible explicación viene de la mano del oceanógrafo de la Universidad de Valparaíso, Mauricio Landaeta, quien cree tener claro que la causa del fenómeno que se ve en la grabación hay que buscarla no en un ser vivo, sino en el viento.

Existe y es muy conocido en esa zona un tipo de viento denominado “Puelche”, que es una corriente cálida propia del Sur de Chile originada en los Andes y que actúa sobre el valle y los lagos. Según Landaeta lo que se observa no es más que un tren de olas producido por un cambio en la temperatura del viento que al rozar la superficie del agua provoca las mencionadas olas.

En el análisis colaboró el director de vídeo de una academia de informática de la zona que estabilizó y congeló las imágenes de forma que al verlas con detalle cuadro a cuadro, llegaron a esa conclusión.

Para mi opinión particular esta teoría tampoco sería plenamente satisfactoria por algunos detalles. Para empezar habría que descartar por completo el testimonio de los testigos, especialmente el de Raúl Pozas que específicamente habla de haber observado un cuerpo con apéndices y una vez ignorado este punto, queda alguna otra cosa que no encaja como el comportamiento de ese viento en ese punto y momento concretos.

El Puelche puede ser un viento bien fuerte, de hecho incluyo un par de vídeos en el que se puede ver cómo sopla en los lagos Villarrica y Panguipulli, que están justo al lado del Colico el primero y un poco más al Sur el segundo. Como se puede apreciar, el efecto que causa en el agua no se parece ni por asomo al que se puede ver en la grabación.


Podría pensarse en una ráfaga más somera, pero la verdad es que lo que muestra el vídeo debería responder a una demasiado precisa, corta y en cualquier caso sumamente extraña por cuanto sólo afecta a un estrecho pasillo de agua y tan sólo por unos segundos para ser capaz de producir esas crestas oscuras que puedan parecer un animal, sin que en las aguas cercanas o lejanas se aprecie en forma alguna otro rastro similar de viento, rastro que tampoco se puede ver en ninguna parte en el resto del vídeo.

Ola.Es cierto que si estabilizas una imagen y la ves como un cuadro independiente, puedes pensar perfectamente que se trata de una ola. Yo mismo he hecho fotografías parecidas en una laguna madrileña como podéis ver en la que adjunto y que francamente resulta bastante similar a lo que obtenemos si congelamos un cuadro de la grabación.

Pero para mí la diferencia fundamental estriba en el movimiento. Incluyo un pequeño vídeo de los segundos concretos en los que aparece el supuesto ser, pero he ralentizado la reproducción hasta una quinta parte de su velocidad normal. Si observamos con atención y nos fijamos sobre todo en las crestas oscuras, supuesto cuerpo del animal, creo que se puede apreciar cómo por delante y en perpendicular a la masa oscura, aparecen realmente como unos apéndices que se diría realizan algún tipo de movimiento natatorio, incluso parece verse la espuma tras salir estos del agua y volver a sumergirse, viéndose claramente en especial con la primera y la segunda cresta cómo hay una doble creación de espuma blanca.

La verdad es que es una filmación bastante confusa y que tampoco permite afirmar con certeza que allí haya un animal no identificado, como defiende la tercera teoría sobre el tema.

Ahora bien, precisamente por esa falta de definición tampoco se puede dar por comprobada en lo absoluto ninguna otra de las teorías que se manejan, por lo que quizá personalmente suscriba las declaraciones sobre el tema de un destacado científico de la Universidad Austral, el Doctor en Ciencias Biológicas, Julio Lamilla, quien opina que en realidad no hay nada concluyente y que se debería pensar en realizar una expedición de investigación multidisciplinar como única forma de intentar estar seguros, pues con la información existente hasta ahora siempre quedarán dudas sobre qué fue lo que protagonizó la famosa filmación.

Añado yo que si esa expedición finalmente llegara a realizarse espero que si en el lago Colico habita un ser desconocido hasta ahora, pueda seguir su vida tranquilo sin que le convirtamos en un espectáculo de circo, porque conociendo cómo somos no le arrendaría las ganancias de ser descubierto por el nosotros.

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