El pasado 9 de Junio, era sacado a la luz en la prensa local un nuevo y extraño caso de muerte y mutilación de ganado que en principio se está atribuyendo de una manera genérica a algún extraño animal que entraría dentro de la calificación bastante conocida de “chupacabras”.

Los hechos han tenido lugar en la provincia argentina de Santiago del Estero y en concreto en la ciudad de Loreto, localidad de unos 10.000 habitantes situada en el centro de la provincia.

Ubicación Loreto, Argentina
Allí, una familia del lugar sufrió el desagradable encuentro. Parece ser que cerca de la medianoche, la madre de la familia se sobresaltó en la cocina al oír ruidos extraños procedentes del patio trasero de la casa, donde tenían algún ganado.

Avisó a su hija que estaba en la casa y su hijo, que se encontraba en un anexo en la parte delantera donde tiene una emisora de radio FM local.

Ambos acudieron a la llamada de la madre y cuando llegaban al patio, el hijo tropezó y cayó al suelo. Desde allí, según su testimonio, y aún con la oscuridad, pudo observar dos animales que parecían dos perros pequeños y que huían a través del cercado del patio.

Su hermana, por su parte dijo observar una extraña figura por el otro lado del patio pero sin que pudiera precisar de qué se trataba.

Al poder echar un vistazo a sus animales descubrieron con horror que tres de sus cabras habían sido brutalmente atacadas. Dos de ellas, un adulto y un chivo, estaban muertas y la tercera que estaba preñada resultó gravemente herida.

Lo misterioso del caso vino al poder observar en detalle las heridas que tenían los animales atacados y que no se correspondían con las que hubieran podido producir unos perros, al ser de formas más o menos circulares en su mayoría.

De hecho, tras hacerse cargo la policía de la investigación de los hechos, el veterinario local fue requerido para hacer un análisis pericial y fue precisamente ese análisis el que más comentarios y conjeturas ha provocado al hacerse público.

El doctor, tras haber estudiado minuciosamente las extrañas marcas dejadas por el desconocido atacante en los cuerpos de sus víctimas, sorprendió a propios y extraños al afirmar que según su opinión técnica las heridas no se correspondían con las que pudiera haber dejado cualquier depredador de los que habitan la zona. Incluso dijo que tampoco podría atribuirlas a ninguna especie que él conociera.Revisando las pruebas

Según sus conclusiones, el animal agresor debía haber sido de tipo bípedo y de gran envergadura, puso como ejemplo algo que fuera similar a un avestruz.

Y lo de citar un ave no era tampoco por casualidad, pues el veterinario continuaba, afirmando que las heridas debían haber sido producidas con algo como un pico afilado, más que con unas mandíbulas dentadas.

Pero aún comentaba algo más asombroso. Constató que las víctimas parecían no haber ofrecido ninguna resistencia al ataque, lo que era muy extraño pues debió haber sido muy violento. Por ello sugería como idea que quizá su atacante además era capaz de producir algún tipo de sustancia de tipo narcótico.

Lo misterioso de todo el asunto es que ni dentro de esa zona ni en los alrededores existe ninguna especie que pueda responder a tal descripción.

Obviamente el ñandú, pariente sudamericano del avestruz no podría ser considerado candidato, ni por tamaño, es más pequeño de alzada, ni por alimentación, no es carnívoro y no tiene un pico desgarrador, ni siquiera por estar bien representado en la zona del suceso. Y por supuesto en absoluto es capaz de producir sustancia narcotizante alguna.

La investigación sigue abierta, pero mientras entre la gente del lugar ya ha corrido como la espuma la denominación de “chupacabras” para el extraño ser. Mas teniendo en cuenta otros casos de corte similar que se han dado, parece ser, en la región en los últimos años.

Región esta de Santiago del Estero proclive también al avistamiento de OVNIS, con varios casos reportados, lo que aporta otro gramito de misterio a la historia, pues no falta quien cree en una relación entre ambos fenómenos.

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