Los gatos fantasmales del Crescent

En este caso voy a hablar de una de ellas, que, como bastantes otras, funciona como hotel y además dentro de esa categoría está considerado de hecho como el hotel más encantado de Estados Unidos.

Está ubicado en la localidad de Eureka Springs, en el estado de Arkansas y se trata del famoso The 1886 Crescent Hotel & Spa.

Es este un magnífico edificio de estilo victoriano rodeado de unos no menos magníficos jardines arbolados y ubicado en una zona de bosque con otras más de cien edificaciones de la época, tanto de servicios como residenciales, que forman un conjunto histórico y paisajístico especialmente cuidado y conservado.

Cuenta con 76 habitaciones, incluyendo suites y bungalows, con una estética de época que nos transporta en el tiempo, si bien no falta ninguna de las comodidades modernas.

Obviando sus características hosteleras, no cabe duda que uno de los puntos que más ha hecho por la popularidad del establecimiento ha sido la abundancia y riqueza de los sucesos misteriosos de los que han sido testigos a lo largo del tiempo el personal de la casa, los huéspedes y los curiosos y aficionados al tema.

En realidad, los incidentes se han venido sucediendo casi desde que el hotel comenzó a funcionar como tal, pero fueron Marty y Elise Roenigk, los propietarios desde 1997, los que acabaron por en cierta forma recopilar y hacer destacar todo ese conjunto en la historia y fama del Crescent, hasta el punto de que hoy en día sus tours y eventos relacionados con todo el mundo del Misterio, que han hecho célebres, son una base de atracción fundamental para el hotel.

Como anécdota puedo indicar que si alguno quisierais inscribiros en cualquiera de los “Ghost Tours” de este inicio de 2016, ya no podríais pues están todos completos.

Son muchas las fotografías y vídeos que se han registrado en el tiempo. Algunos se pueden ver en los enlaces que figuran en la propia web oficial del Crescent.

Se habla de todo tipo de luces y sonidos misteriosos, así como apariciones de aspecto masculino, femenino e incluso infantil.

Todavía más, se ha llegado a especular con que en un determinado muro de un pasillo se halla nada menos que una puerta interdimensional, cosa que al parecer creen así un par de médiums destacados y que algunos huéspedes han sentido también, según ha trascendido.

No voy a profundizar aquí en estos detalles, pero sin embargo hay un apartado que sí voy a destacar y que hace referencia a un tipo de visitante que siempre ha estado muy ligado al hotel, tanto por habitar de manera habitual como por pasarse esporádicamente. Me estoy refiriendo a los famosos gatos del Crescent.

En efecto, una parte nada desdeñable de la leyenda misteriosa del edificio ha sido protagonizada por los felinos, ya que ha sido y es tradición que uno o varios hayan estado viviendo en el hotel de manera constante.

Han sido protagonistas de muchas fotos y vídeos convencionales con los huéspedes, al estilo de tantas fotos y vídeos con gatitos que podemos encontrar por la red.

Sin embargo, lo que ya no es tan convencional es que algunos de esos mininos, una vez murieron, al parecer se negaron a abandonar su hogar y han seguido apareciendo en imágenes y siendo avistados por la gente.

Hay algunos, de hecho, que se han convertido en instituciones dentro de la historia del majestuoso edificio. Los que más se recuerdan y al parecer son los protagonistas de la mayoría de casos gatunos, habiendo sido aparentemente vistos o fotografiados todos ellos, después de sus muertes o desapariciones, son:

Tiddles

Llegó al hotel en 1995, poco después de la muerte de Morris, sin duda el más conocido. Tiddles era una mezcla de siamés marrón que habitó el hotel durante cerca de tres años hasta que desapareció un buen día sin volver a ser visto. El señor Roegnik trajo entonces otro gato blanco para ocupar su lugar, pero curiosamente tan sólo una semana después desapareció sin dejar rastro.

Shadow

Nació en el propio hotel en 2003. Era una preciosa gatita de brillante color negro azabache y algo tímida. Por ello era algo recelosa para estar por la zona de las habitaciones, aunque se la podía ver por el vestíbulo con frecuencia, sobre todo por las noches. Desapareció un día a mediados de 2007 sin que se supiera qué le ocurrió.

Frisco

Nació en el propio hotel en 2003, como Shadow, aunque no pertenecían a la misma camada. Era una gata que presentaba polidactilia, es decir, tenía seis dedos en cada pata delantera. Era muy cariñosa y adoraba meterse en las habitaciones de los huéspedes para dormir junto a ellos.

Al parecer era también muy sensitiva y en no pocas de las fotos que le hicieron se podían ver fenómenos como orbes o haces luminosos. Una mujer le llegó a contar a los dueños que estando en su habitación una noche, la gata pareció tirarse un buen rato persiguiendo algún fantasma.

La gata hizo las delicias de los huéspedes hasta el 2009 en que murió por una enfermedad.

Rufus

Este macho llegó al hotel en 2008 y se convirtió en un gran gato con una característica cola torcida. Le encantaba posar para las fotos especialmente en las ceremonias de boda y le gustaba también colarse en las convenciones de empresa de donde el personal del hotel le tuvo que sacar en más de una ocasión.

Desapareció en 2010. Alguien del lugar dijo a los dueños haber visto un gato muerto que parecía Rufus, pero cuando ellos fueron a mirar lo habían recogido ya y no pudieron comprobarlo.

Morris

Como ya adelanté, este bonito gato tabby anaranjado se ha convertido sin duda en el habitante gatuno más famoso del Crescent Hotel.

Llegó al hotel en 1979 y allí vivió haciéndose querido por personal y huéspedes, hasta su muerte en 1994.

Se le hizo hasta una puerta gatera especial para él en la parte trasera del vestíbulo principal con unos escalones que daban a la terraza del hotel.

En sus últimos años era conocido por todos como “El Gerente General” y se paseaba por el hotel como si realmente lo fuera, dando la bienvenida y despidiendo a los huéspedes, con quienes interactuaba con toda tranquilidad durante su estancia.

Cuando murió fue enterrado en un rincón del jardín. Los actuales propietarios han mantenido intacto el lugar y lo siguen manteniendo.

Hay fotos del gato colocadas en varias partes del edificio y sin duda es Morris quién protagoniza el mayor porcentaje de hechos misteriosos relacionados con gatos, siendo varios los testigos que afirman haberle visto o fotografiado hoy en día.

A izquierda y derecha de estas líneas he puesto a modo de ejemplo dos fotografías en las que supuestamente podemos ver unos gatos fantasmas.

A la izquierda se puede ver cómo el huésped había fotografiado el pasillo con el gato del fondo pero apareció otro que no estaba en mitad de la escena y que podría ser “Rufus”.

A la derecha vemos la foto de un cuadro en la que en la parte inferior puede verse la cabeza de un gato que supuestamente sería “Morris”.

En la actualidad puedes seguir encontrando algún gato acompañando de la manera tradicional tu estancia en el hotel y también acompañándote cuando no te lo esperas, haciendo que la presencia gatuna continúe siendo una de las señas de identidad del The 1886 Crescent Hotel & Spa.