Friburgo (Friburgo de Brisgovia), es una bella ciudad alemana de unos 220.000 habitantes situada en el estado de Baden-Württemberg, en el extremo sur del país cerca ya de las fronteras francesa y suiza.Panorámica de Friburgo

Esta ciudad se convirtió en protagonista involuntaria de la actualidad mundial en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial.

Lo significativo en este caso es que a la vez fue el epicentro de un fenómeno misterioso protagonizado por animales, de ahí el hablar de Friburgo aquí.

En este caso los protagonistas de la historia fueron los gansos que habitaban en sus parques y se podría decir que ellos fueron los responsables de salvar un buen número de vidas entre los habitantes de la ciudad.

Todo sucedió el 27 de Noviembre de 1944. La noche de ese día y como si hubiesen sido convocados para ello, todos los gansos de la ciudad se pusieron a graznar al unísono insistentemente y sin parar, cosa que nunca habían hecho y menos de noche.

Cualquiera que conozca a estos animales sabe la escandalera que un grupo de ellos puede llegar a organizar, así que no es de extrañar que despertaran a media ciudad y que esa media ciudad, extrañada, acabara por despertar a la otra media.

Friburgo destruidaComo una coincidencia más, la gente de Friburgo sin nadie que los organizara pero con una misma sensación en los corazones, comenzaron a abandonar sus casas saliendo a las calles y ocultándose en sótanos o refugios pues la mayoría, sin saber de qué forma, tenían la sensación de que algo muy malo estaba por suceder y que los graznidos de los gansos eran una especie de aviso.

Desgraciadamente no tardaron en confirmar que no estaban equivocados. En efecto, cuando una gran parte de la ciudad estaba aún refugiada un lejano estruendo fue cobrando fuerza por encima del ruido de los gansos.

Esa noche el alto mando aliado había decidido atacar Friburgo y las escuadrillas de bombarderos se abatían ya sobre la ciudad. En poco tiempo la ciudad fue bombardeada quedando casi destruida. Por supuesto hubo muchas bajas, pero lo que nadie en la ciudad ha dudado desde entonces es que de no mediar el aviso de los gansos con sus graznidos el número de bajas entre la población hubiese sido abrumadoramente mayor.

Y desde luego los habitantes de Friburgo estaban convencidos de ello y como muestra de agradecimiento decidieron erigir una estatua en honor de sus héroes alados, sus proféticos gansos. Dicha estatua fue colocada en el centro de la ciudad.

No obstante, años después con la reconstrucción y crecimiento progresivos de la ciudad, se trasladó a un parque. Allí desde un lugar preferente en el centro de un lago y a pesar de mostrar ya el deterioro producido por el paso del tiempo sigue recordando a todo aquel que pase la curiosa historia y la gratitud de la gente de Friburgo hacia sus gansos.

De todas formas, las cualidades de los gansos para avisar de los peligros eran estimadas ya en la antigüedad. Recordemos por ejemplo cómo las guarniciones romanas colocaban en ocasiones grupos de gansos en los exteriores de sus campamentos sabiendo que ante cualquier intento de intrusión la algarabía de las aves les pondría en alerta.

Aunque en este caso concreto ¿Qué fue lo que motivo aquel extraño comportamiento? Siempre se podrá alegar que pudiera haber sido un simple caso de buen oído que permitiera a los gansos percibir el estruendo de los aviones a mucha más distancia, mas el caso es que parece ser que no se reseñaron comportamientos extraños entre otros animales con mejor oído. Y desde luego las gentes de Friburgo no dudan en pensar que hubo algo más.

Estatua gansos 2
Estatua gansos 1

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