Si sois visitantes habituales de MISTERIO ANIMAL, recordaréis que allá por las pasadas Navidades hablaba de un particular gato verde que había aparecido en Bulgaria

(Ver las entradas: Un gato de Navidad y Novedades sobre el gato de Navidad)

Pues bien, va a resultar que esto de los animales extrañamente coloridos no es algo tan extraño.

Esto viene a cuento de lo sucedido recientemente a un fotógrafo aficionado canadiense, de nombre Aaron Smith, cuando, según sus propias palabras, volviendo un día en el coche a su casa reparó en un par de osos que se vislumbraban en una zona boscosa al lado de la autovía, en los alrededores del Silvermere Lake, dentro de la región de Mission, de la Columbia Británica canadiense.

Encontró un punto donde aparcar y a pie se acercó un poco para sacar unas imágenes. Pudo ver que se trataban de un ejemplar adulto y uno joven del conocido oso negro americano (Ursus Americanus), probablemente una osa y su cría.

Sin embargo, cuando el hombre miró a través de su cámara aplicando el zoom para sacar la primera fotografía quedó anonadado y sin dar crédito a sus ojos, llegando a pensar en un principio que el visor de su cámara había resultado dañado, ya que lo que pudo contemplar fue que el ejemplar adulto mostraba su cabeza de un nítido color ¡Azul!

Oso azul. Frame 1.Tras la sorpresa inicial, apartó la vista del visor pudiendo comprobar que a su cámara no le ocurría nada en absoluto y que efectivamente delante de él retozaba un oso negro adulto con la cabeza azul y en aparente buen estado de salud.

Oso azul. Frame 2.Pudo sacar diversas imágenes e incluso un fragmento de vídeo, pero un rato después los animales desaparecieron de nuevo en la espesura con la misma tranquilidad con la que llegaron.

Ni que decir tiene que en días posteriores Aaron volvió a la misma posición, pero el esquivo oso azulado no se dignó a aparecer.

No obstante, su vídeo y sus imágenes se han convertido en virales en este mes, llamando la atención de la mayoría de medios locales.

Hay, como no podía ser de otra forma, teorías variopintas, pero la que ofrece más visos de verosimilitud es que el animal en su búsqueda de comida hubiera podido meter la cabeza en algún bote con restos de pintura.

En cualquier caso no deja de ser un caso raro al igual que el que os recordaba al principio, del gato verde húngaro. Lo que sí es cierto es que las fotografías de ambos animales resultan de lo más curiosas.

Para terminar y como supongo que estaríais ya esperando, os adjunto los segundos de vídeo grabados aquel día. Aquí los tenéis:

Etiquetas:

Categorías: MamíferosVídeos