La antigua calle Grunch en la actualidadEn esta ocasión os traigo la historia de una leyenda que tiene su origen en la ciudad de Nueva Orleans, que como seguramente conocéis es lugar con una rica tradición de leyendas misteriosas.

Esta en concreto está protagonizada por un extraño, inquietante y sanguinario ser al que denominan “El Grunch”.

Sus presuntas apariciones empezaron a originarse a principios del siglo XIX en un punto concreto al Este de la ciudad, la calle Grunch, de ahí el nombre con el que posteriormente pasó a ser conocido el ser. Curiosamente esa calle ya no existe como tal y su antiguo trayecto es hoy una zona de descampados, en los que parece ser que aún hoy en día suceden fenómenos extraños.

Hay también fuentes que relacionan el origen del Grunch con una persona que existió realmente y que fue protagonista de no pocas historias en aquella época, me refiero a la que se llegó a conocer como la Reina Vudú, Marie Laveau.

Esta mujer, descendiente de esclavos, fue muy conocida y temida en el Nueva Orleans de entonces y su gabinete en el que practicaba todo tipo de ritos para sí misma o para otras personas, era muy visitado.

No voy ahora a ahondar en la historia de la mujer pues se saldría de lo que estoy relatando ahora, pero centrándome en su participación en el caso que nos ocupa, hay que decir que según esas fuentes de la zona, vendría de la mano de un tercer personaje con leyenda propia en esa región sureña, El Chico del Diablo.

Este último es otro ser, mitad persona mitad demonio, que aterroriza a los lugareños con sus apariciones, pero si vamos al grano en nuestra historia y empezamos a juntar ya las piezas del puzle, cuentan que cuando nació fue entregado a Marie Laveau. Ésta, sabedora de su poder y para evitar que pudiera dar lugar a una casta de demonios decidió castrarlo.Marie Laveau

Fue un error pues los testículos ensangrentados del Chico del Diablo tan pronto cayeron al suelo se transformaron en un Grunch macho y uno hembra. La hembra rápidamente se hizo con el Chico del Diablo y desapareció por la ventana, mientras el macho se lanzó como una furia contra Marie.

Todo pasó muy rápido. Tan sólo sus conocimientos esotéricos hicieron que salvara la vida, aunque acabó inconsciente y con graves heridas por todo el cuerpo. Cuando fue reanimada por su servicio que acudió al oír el estrépito de ruidos y gritos, la estancia estaba ya desierta y patas arriba sin ningún rastro del Chico del Diablo o los Grunch.

Cuentan que a partir de entonces Marie Laveau abandonó sus rituales y abrazó la Fe Católica. Lo cierto es que parece que en su biografía oficial sí se refleja hacia el final de sus días esa posible conversión, pero obviamente sin especificar en modo alguno que la causa fuera el siniestro episodio.

En cualquier caso parece también que estos posibles hechos estarían enlazados con el comienzo de la sucesión de testimonios de apariciones del Grunch junto con las desapariciones de animales de compañía o el hallazgo de animales de la zona mutilados al estilo de los Chupacabras, pero con la ligera diferencia de estar desangrados por completo, incluso faltándoles algunos órganos internos que habrían sido extraídos por un único orificio.

Pero ¿Cómo describen esos testimonios al Grunch? La verdad es que salvo algunas ligeras variaciones, con el transcurso de los años los rasgos fundamentales se han mantenido constantes a pesar de la gran variedad de testigos y relatos.

Y según esos datos encontraríamos un animal con aspecto general de cabra, incluidos los cuernos, con la piel grisácea oscura, en la mayoría de ocasiones con una fila de espinas a lo largo del lomo y con una alzada de entre 1 y 1,2 metros.

Es capaz de emitir diversos sonidos, sobre todo gritos penetrantes como los de los simios o incluso los lobos y en su presencia se nota un fuerte y desagradable olor.

También se le atribuye una inteligencia nada desdeñable lo que le daría la capacidad, por ejemplo, de abrir puertas o utilizar determinados utensilios.
Por último son de destacar sus horribles mandíbulas repletas de afilados dientes y sus ojos que brillan en la oscuridad con un aterrador fulgor rojo anaranjado o verdoso.

El Grunch. RecreaciónSin duda el aspecto general resulta pavoroso y todavía hoy en día parece que pulula por ahí, incluso se diría que hay varios ejemplares. De hecho, tras el paso en 2005 del huracán Katrina y el caos que vino después se han dado a conocer no pocos testimonios no sólo en el núcleo urbano de Nueva Orleans sino también en zonas, barrios y poblaciones anexas como Lakeview, Paradis, Metarie, Terrytown, Slidell, Covington, el bosque de Harvey, o el Chalmette National Battlefield.

Se los ha visto atravesando carreteras, volcando cubos de basura, persiguiendo a gatos y perros o escondidos en los jardines cerca de las casas. Se han encontrado también cadáveres mutilados de animales como ardillas, mapaches o ciervos.

Por eso hay residentes de esas zonas que guardan a sus mascotas por la noche, que no salen a pasear solos o que han reforzado sus cubos de basura para evitar que puedan ser abiertos y por tanto no sean un foco de atracción.

Incluso circulan por ahí algunas fotos y filmaciones pero de muy poca calidad y que no permiten sacar muchas conclusiones, cuando no son decididamente un montaje.

Como en el caso de otros seres misteriosos seguiremos esperando el día que algún testigo tenga la posibilidad de conseguir alguna foto o mejor filmación que sea realmente reveladora para aclarar de una manera más evidente un misterio, este del Grunch, que dura ya más de 200 años.

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