Hace no mucho, unos amigos me pidieron mi opinión sobre un vídeo que habían visto y que les había llamado la atención.

Tenía ya unos años y la verdad es que yo no lo había visto nunca, pero me puede servir para ilustrar la idea de que aun habiendo muchos misterios sin resolver, en no pocas ocasiones somos nosotros mismos lo que los fabricamos donde no debería haberlos.

Muchas veces, ideas preconcebidas que se han ido transmitiendo o el no tener un adecuado conocimiento sobre algo en particular, pueden despistarnos y hacernos ver lo que no es.

El problema es que en ese recorrido también puede suceder que acabemos perjudicando a terceras partes como en este caso concreto que os cuento ahora.

Veréis, el protagonista del vídeo mencionado no es otro que la simpática lechuza (Tyto Alba), tan conocida en nuestros campos y filmada al parecer en tierras de México, donde también se la puede encontrar al ser un ave que cuenta con una amplísima distribución geográfica.

Por aquellas tierras y lo cierto es que también existe tradición sobre ello en Europa, sigue manteniéndose la creencia, en ámbitos rurales sobre todo, de que las lechuzas están estrechamente relacionadas con las brujas, considerándose incluso encarnaciones suyas para camuflarse entre la gente.

Eso hace que sean muchas veces víctimas de esa leyenda y acaben sus días a manos de personas desaprensivas que prefieren curarse en salud eliminando al mensajero o bien las capturan y maltratan después en la creencia de que podrán responderles a todas aquellas preguntas sobre el pasado y sobre el futuro que quieran conocer, dada su parte de bruja. De ahí lo que comentaba al principio de las partes perjudicadas.

Relacionado con ello, en el vídeo al final de este párrafo podemos ver cómo unas personas encuentran una lechuza y comienzan a hacerle preguntas, mientras da la impresión de que el animal efectivamente les responde. Ese detalle fue el que llevó a mis amigos a consultarme y preguntarme si realmente estaban viendo una bruja metamorfoseada y por ello les transmití y escribo aquí de nuevo mi opinión.

Que no es otra, al menos en este caso, que estimar que no están contemplando ningún fenómeno de brujería sino un simple comportamiento habitual de ese tipo de aves.

En efecto, no es nada raro ese tipo de movimiento basculante de cabeza, acompañado de un ahuecado de las alas más o menos acusado que aquí es menos evidente por estar el animal subido a un árbol y además la mayoría de las veces completado con unos inquietantes silbidos, que en el vídeo parecen sólo intuirse si bien por las voces humanas y un molesto tono de fondo, no destacan.

Toda esa representación se produce de manera innata y no es más que la manera en que la lechuza intenta asustar e intimidar a una posible amenaza, como sin duda podían ser en este caso los humanos que se acercaban. De este modo pretende mantener su posición o territorio aparentando ser un enemigo formidable y si funciona evitará una confrontación que pudiera ser peligrosa para su integridad. Si todo fracasa optaría por huir y como último recurso por atacar para defenderse.

Por supuesto los movimientos de cabeza nada tienen que ver con las preguntas y la verdad es que la representación en todo su esplendor es digna de ver, como yo mismo he tenido la suerte de contemplar varias veces con la lechuza posada en el suelo y a escasos centímetros.

Añado otro vídeo en el que se puede ver eso mismo con otras tres bonitas aves, para que tengáis oportunidad de contemplar ese mecanismo de defensa desprovisto ya de connotaciones mágicas en este caso.

Creo que en este caso poco más habría que comentar. No obstante vuelvo a lo del principio y no quisiera terminar sin volver a recalcar que esto no quiere decir en absoluto que no siga habiendo por ahí muchos otros sucesos que son realmente algo fuera de lo normal, a pesar de que a alguno que otro, como el que nos ocupa, podamos hallarle una explicación más cercana.

Etiquetas:

Categorías: AvesLeyendasVídeos